"Desaprovechamos 45 minutos"

¿Menospreció la selección española, campeona mundial y europea, a la de Costa Rica?, le preguntaron a Vicente del Bosque, el seleccionador español, tras el empate de los dos equipos. "No mezclemos las cosas", contestó el técnico con cara de enfado y en medio de una rueda de prensa caótica. "Cuando dije que los costarricenses eran buenos, no lo dije por quedar bien", prosiguió Del Bosque. "En la primera parte fueron mejores que nosotros, más rápidos y agresivos, no hay que darle más vueltas. No somos culpables de nada. El equipo ha tenido casta, aunque haya sido al final".

Tanto el técnico como sus jugadores coincidieron en identificar la primera parte del encuentro como el tramo más amargo del partido. España compareció adormecida. Luego, creció en la segunda parte, cuando logró los dos tantos que le dieron el empate. ¿Qué había pasado antes de eso?

"No hemos estado bien en la primera parte, hay que admitirlo", contestó Iniesta, el corazón que guió el resurgir de La Roja. "Hemos desaprovechado 45 minutos. Hay que tener en cuenta que la reacción del equipo fue positiva, y también lógica, por el resultado y la forma de ser que tenemos", añadió el barcelonista. "Costa Rica, sobre todo en esa primera parte, nos ha sabido contragolpear, llegaba. Hay que darles su mérito, porque en la primera parte nos lo han puesto muy difícil. De todas estas cosas espero que aprendamos".

La misma línea de argumentación siguió Cazorla, que entró en la segunda parte, convertido en uno de los revulsivos preferidos del seleccionador cuando los partidos andan empinados. "Nos han sorprendido a la contra", reconoció el jugador del Málaga. "Ahora, en el fútbol, todo está muy igualado, y esta es la señal. Durante la segunda parte sabíamos que con un gol nos metíamos en el partido... pero es que ese gol ha tardado. Creo que el empate hace justicia al juego y el esfuerzo del equipo", concluyó.

Pudo haber un resultado para la historia y quedó una pared para la posteridad. Tras el encuentro, igual que si estuviera en el paseo de la fama de Hollywood, Iker Casillas dejó la impronta de sus guantes en una placa colocada a tal efecto en una pared del estadio, que así recordará para siempre dónde logró el portero su internacionalidad 127, récord absoluto.