Bryant: "Debemos resolver las diferencias y evitar un invierno nuclear"
El jugador urge a que el sindicato de la NBA y los propietarios se reúnan antes de que mañana se cumpla el ultimátum de la Liga
"Necesitamos que las dos partes se vuelvan a reunir antes del miércoles, porque estamos muy cerca de alcanzar un acuerdo", ha asegurado Kobe Bryant, una de las mayores estrellas de la NBA, antes de que mañana se cumpla el ultimátum que la NBA dio a los jugadores tras la última reunión fallida que ambos mantuvieron para tratar de desbloquear el cierre patronal. "Necesitamos resolver los últimos asuntos sobre el sistema para evitar que esto caiga en una espiral hacia un invierno nuclear", ha afirmado el escolta de los Lakers, consciente de las graves consecuencias que podrían darse en las últimas horas.
La NBA, cuya temporada debería haber comenzado el uno de noviembre, atraviesa su quinto mes de cierre patronal, después de que los propietarios decidieran echar el cierre alegando que el pasado convenio hacía insostenible la situación de algunos equipos. Las franquicias aseguran que tuvieron unas pérdidas de unos 217 millones de euros la pasada temporada y, para cambiar esta situación, dos de las principales modificaciones que proponen son reducir el porcentaje del total de los ingresos de la Liga que los jugadores tienen asegurados -hasta ahora un 57%- y establecer un límite salarial más rígido que el actual, que penalice con mayor dureza a lo que más gastan, lo que provocaría una moderación salarial.
David Stern, comisionado de la NBA y representante de los dueños en las negociaciones, aseguró que en el caso de que los jugadores rechacen la actual oferta, que sitúa el porcentaje de ingresos para los baloncestistas en un 50% -los jugadores han llegado a bajar sus pretensiones hasta el 51% y se calcula que cada punto porcentual supone unos 29 millones de dólares-, las condiciones que se les ofrecerán en el futuro irán a la baja, retrocediendo hasta el 47%. "Pensamos que hay una gran oferta sobre la mesa y le hemos dicho a los jugadores que se está haciendo tarde. La única cosa racional que pueden hacer es aceptar el trato porque con lo que está pasando en nuestro negocio y nuestra industria, esto se pondrá peor de aquí en adelante", ha defendido Stern. Esta medida podría unir más a los propietarios, ya que satisfaría al ala más dura de los mismos -comandada por Michael Jordan, propietario de los Bobcats- que veía con malos ojos el reparto propuesto del 50% para cada bando.
Este recorte supondría un cambio de escenario en la negociación y haría más posible que el sindicato optara por la medida más agresiva a su disposición: la disolución del sindicato. "Estar a favor de la disolución. No significa que quieras que se cancele toda la temporada", ha sostenido pese a todo Anthony Parker, representante de los Cavaliers en las negociaciones, "incluso si nos disolvemos hay tiempo de sobra para alcanzar un trato y esa es nuestra esperanza". Entre los jugadores que estarían llevando la voz cantante en la disolución está uno de los amigos de Kobe Bryant, el alero de los Celtics, Paul Pierce, que estaría recabando apoyo entre los jugadores. Se calcula que podría contar ya con 80 partidarios, en el que sería un proceso complicado (necesitaría que el 30% firmara la petición -unos 130 jugadores- y esperar 45 días para que luego fuera aprobada por mayoría simple). "Es una opción nuclear, pero no sé si es la case de opción nuclear que cae sobre el bando que la lanza", ha afirmado el comisionado Stern al respecto.
De momento, la postura oficial del sindicato es que solo se plantea la disolución como una "posibilidad", y mantiene la misma postura sobre la oferta que vence mañana, que su presidente, Derek Fisher, consideró "inaceptable". En esa misma línea se han expresado figuras como Kevin Durant, máximo anotador de la NBA en las dos últimas temporadas: "Da rabia. Nosotros, los jugadores, nos hemos sacrificado, hemos dado dinero. Hicimos lo que teníamos que hacer, ahora les toca a los propietarios. Parece que no van a ceder". Sin embargo, ya han aparecido algunas voces discordantes entre sus miembros, que llevan sin cobrar desde que comenzó el cierre patronal. Steve Blake, compañero de Kobe Bryant en los Lakers, ha estado llamando a varios jugadores para tratar de que se vote la última oferta de la Liga, mientras que otros como Kevin Martin, de los Rockets, se inclinan directamente por aceptar la oferta, asumiendo que el trato actual pueda ser lo suficientemente bueno, a expensas de que marque un peor futuro para las negociaciones de los próximos convenios: "Si sabes que los propietarios no se van a mover, entonces coge el mejor acuerdo posible. Seamos honestos, del 60% al 70% de los jugadores ni siquiera estarán en la Liga cuando llegue el próximo convenio laboral".
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