Stuani resuelve en un minuto y 19 segundos
El Racing logra su primera victoria ante un Betis sin gol
Para un equipo como el Racing que tiene al entrenador requerido por la justicia para un interrogatorio en Nápoles en una instrucción sobre apuestas ilegales, al presidente y su Consejo de Administración dimitidos y al máximo accionista desaparecido, ganar un partido (el primero de toda la temporada) debe ser como una tortilla de valium tras una trilogía de cine alemán de los 70. Para un equipo como el Betis, con esa indumentaria, típica de la movida madrileña de los 70, que reúne naranja, rojo, blanco y verde debe ser un castigo a su estilismo, que no a su estilo, que fue futbolísticamente razonable, valiente pero con las uñas rapadas. Gato con guantes no araña.
Todo nació y murió exactamente en un minuto y 19 segundos. A los 61 minutos y 29 segundos salió Stuani, el tanque uruguayo, para sustituir a Ariel, el tanque argentino. A los 62 minutos y 48 segundos Isidoro, canterano bético con buenas maneras, le derribó en el área y Stuani rompió la red en el penalti.
RACING, 1 - BETIS, 0
Racing:Toño; Francis, Álvaro, Torrejón, Cisma; Diop, Adrián; Jairo (Arana, m. 26), Koné, Munitis (Tziolis, m. 71); y Ariel (Stuani, m. 60). No utilizados: Mario, Christian, Bernardo y Luque.
Betis: Casto; Isidoro, Ustaritz, Dorado, Nacho; Beñat (Jefferson Montero, m. 73), Iriney (Matilla, m. 86), Cañas; Pozuelo, Rubén Castro y Jonathan Pereira (Jorge Molina, m. 76). No utilizados: Fabricio, Álex Martín, Juanito y Juanma.
Goles: 1-0. M. 62. Isidoro derriba a Stuani en el área y el uruguayo transforma el penalti.
Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Francis, Isidoro y Munitis.
El Sardinero: Unos 11.000 espectadores.
Hasta entonces, el duelo tenía perfume bético. Con el Racing desorientado por la marea naranja, bien conducida por Beñat, e impulsada por los laterales. Pero el Betis le ha hecho alguna jugarreta al gol, porque se le resiste con mala saña. Ninguno de sus delanteros parecía fiable dentro del área. Bien es cierto que tropezaron dos veces contra el larguero, primero Pozuelo con un zurdazo impresionante que rebotó literalmente en la escuadra, y después Ustaritz que peinó el balón contra el larguero. El Racing, sin saber quien manda en el club tampoco sabía quien mandaba en el equipo, a pesar de los esfuerzos de Diop por propulsarlo. Torrejón también cabeceó al larguero, pero el penalti redimió al deprimido racinguismo. El Betis, que suma su sexta derrota consecutiva, se fue a estudiar el manual de cómo hacer un gol. Le llevará tiempo.
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