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Romaric toma Vallecas

Los de Pochettino, liderados por el costamarfileño, se imponen por la mínima aprovechando la ansiedad e inexperiencia del Rayo

La efervescencia del Rayo comienza a convertirse en ansiedad. Con un solo punto como local en lo que va de campeonato, los de Sandoval mezclaron el voluntarismo con la candidez y sucumbieron ante un rival con las ideas claras que se agarró a la potencia de Romaric para firmar su primera victoria fuera de casa desde hace nueve meses.

Como norma de estilo, los de Sandoval repitieron su habitual arranque brioso en busca de un gol tempranero que encarrilara la mañana. Casado y Botelho descubrieron las primeras costuras en la zaga visitante. Aprovechando la dispersión defensiva de Sergio García, el lateral y el extremo rayista percutían con asiduidad por el flanco izquierdo buscando las cosquillas a Javi López, que se defendía con solvencia. En el costado opuesto Piti y Didac se batían en otro duelo al sol que animaba el encuentro. Pero el ímpetu rayista apenas se traducía en una estéril sensación de dominio que con el paso de los minutos fue languideciendo.

RAYO, 0 - ESPANYOL, 1

Rayo: Dani; Tito, Arribas, Jordi, Casado; Javi Fuego, Movilla (Pacheco, m. 62); Piti (Delibasic, m. 69), Michu, Botelho (Lass, m. 57); y Tamudo. No utilizados: Cobeño; Labaka y Koke.

Espanyol: Cristian; Javi López, Amat, Moreno, Dídac; Javi Márquez (Raúl Baena, m. 73), Forlín; Sergio García, Romaric (Pandiani, m. 88), Verdú; Ávaro (Rui Fonte, m. 55). No utilizados: Casilla; R. Rodríguez, Dátolo y Weiss.

Gol: 0-1. M. 56. Romaric.

Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Javi Márquez, Romaric, Javi Fuego, Tamudo, Arribas y Moreno.

Unos 12.000 espectadores en el estadio de Vallecas.

Los de Pochettino, igual de decididos y más directos, fueron los primeros en rondar el gol. A los 20 minutos Sergio García se coló a la espalda de los centrales del Rayo y tomó medidas a los guantes de Dani Giménez que se revolvió felino ante el latigazo del punta perico.

La ocasión espoleó al Espanyol que comenzó a crecer en torno al músculo y el despliegue de Romaric. Desde su nueva posición de media punta y descargado de obligaciones defensivas, el exsevillista se proyectaba hacia el área del conjunto vallecano repartiendo juego y acogotando a la defensa local. Ni Movilla ni Javi Fuego lograban contener la potente zancada del costamarfileño que encontraba la complicidad de Vedú y Sergio García. Los extremos blanquiazules permutaban con dinamismo su posición en la banda desorientando a la defensa rival y abasteciendo a Álvaro sin descanso.

El mando de los visitantes quedó escenificado cuando, al filo del descanso, Piti tuvo que retroceder hasta su propio área para ayudar a tapar las numerosas vías de agua que se abrían en el dique rayista. En su esforzada labor defensiva se lanzó a los pies de Didac bordeando los límites del reglamento. El gol del Espanyol parecía solo cuestión de tiempo.

La primera acción tras la reanudación pudo aliviar de golpe los agobios rayistas, pero se quedó en un espejismo. Un error infantil entre Amat y Héctor Moreno desnudó a la defensa blanquiazul. Piti aprovechó la imprudencia y, con los centrales a contrapié, dejó a Tamudo solo ante Cristian Álvarez, pero el delantero, apurado en la carrera y torpón en el control, no acertó a definir.

Acto seguido, los de Pochettino no perdonaron. Aplicando el guion que les venía funcionando durante toda la mañana, Forlín buscó con sutileza a Romaric en la frontal del área rayista. El costamarfileño, libre de marca y cargado de confianza, controló el balón sin apuros y soltó un zapatazo certero que sellaba el gobierno visitante y certificaba su imponente presencia en el partido.

Con el marcador a favor, el Espanyol tiró de oficio, replegó filas y buscó el contragolpe que resolviera definitivamente el duelo. Sandoval desmelenó su pizarra con Lass, Pacheco y Delibasic, pero el sistema nervioso del conjunto vallecano evidenció dudas, desazón y falta de cuajo. Sin orden ni concierto, el Rayo apeló al coraje y abusó sin resultado del juego directo. Con espacios a su espalda, el trío formado por Verdú, Romaric y Sergio García ejerció de amenaza constante, aplicó su experiencia y midió los tiempos para cerrar el encuentro y conseguir la primera victoria como visitante del Espanyol desde el pasado 23 de enero.

Los jugadores del Espanyol felicitan a Romaric.
Los jugadores del Espanyol felicitan a Romaric.JAVIER LIZÓN (EFE)
Los de Pochettino, liderados por Romaric, se imponen por la mínima aprovechando la ansiedad e inexperiencia del Rayo. <strong><a href="http://www.elpais.com/buscar/liga-bbva/videos">Vídeos de la Liga BBVA</a></strong>

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