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Las dobles faltas condenan a Feliciano

Tres errores del toledano en un juego decisivo clasifican a Ferrer para la final de Shanghái y emborronan un partido estupendo

Por primera vez en su larga carrera, David Ferrer jugará la final de un Masters 1000 sobre cemento. El alicantino venció 6-7, 6-3 y 6-3 a Feliciano López en las semifinales de Shanghái y peleará el domingo por el título contra Andy Murray. Tres dobles faltas con 6-7, 6-3 y 4-3 condenaron al toledano, que puso así al número cinco mundial ante la posibilidad de sacar por el encuentro. Ferrer, ya se sabe, no necesita regalos. El alicantino tendrá la oportunidad de lograr un gran título que apuntale una carrera llena de éxitos, pero sin un triunfo de los que abrillanta un currículo para la historia.

Con la excepción de varios juegos del segundo set, en los que Feliciano se desconectó del partido, y de esas tres dobles faltas, el encuentro tuvo una intensidad mayúscula. Los dos contrarios jugaron con un gran convencimiento. Feliciano, que siempre se ha deshilachado por el revés, demostró el porqué de su mejora. El toledano prescindió de una de sus características, el exceso de golpeos cortados, para insistir en una de las vías que le han dado sus últimos éxitos: golpear el revés, liftado o plano, buscando hacer daño y no simplemente mover al contrario para construir el punto. Con un pasante exquisito con ese tiro se llevó el tie-break de la primera manga.

Así transcurrió el punto. Ferrer diseñó el peloteo con inteligencia. Enfrentó su mejor golpe con el peor de su contrario. La derecha de Ferru contra el revés de Feliciano. Con ese argumento, agresivo, subió el alicantino a la red. Feliciano, que el lunes rozará el número 20, su mejor clasificación de siempre (2005), metió un revés que lamió la línea por un suspiro. Fue un punto decisivo. Le dio el desempate y le colocó por delante en el marcador.

Solo la perseverancia de Ferrer, acertadísimo en todos los apartados del juego, incluido el saque (11 aces), le permitió seguir discutiendo el partido. El alicantino se sacó un break de no se sabe dónde. Fue como si a Feliciano le hubieran atado una pierna: tras 32 juegos, siete sets y tres partidos sin ceder su servicio, el toledano tardó un buen rato en digerir la rotura. Desde ese punto creció Ferrer. Siempre tuvo una bola baja para las acometidas de Feliciano. Siempre le buscó con un revés paralelo cuando observó su impresionante figura abalanzándose contra la red. Siempre tuvo un tiro, una derecha, con el que agarrarse a la pista y hacer daño.

Son algunas de las marcas de su juego. A los 29 años, le queda el último paso: ganar su primer Masters 1000 y ponerle el broche a una temporada realmente interesante.

Feliciano López, durante la semifinal.
Feliciano López, durante la semifinal.GOH CHAI HIN (AFP)

Murray espera en la final

El británico Andy Murray, defensor del título, doblegó al japonés Kei Nishikori, por 6-3 y 6-0, y se clasificó para disputar la final del Masters de Shanghái, donde tendrá como rival a David Ferrer. Al número cuatro del mundo le bastaron 56 minutos para deshacerse de la gran revelación del torneo. Al nipón no le quedó más remedio que rendirse a la evidencia. "Me hizo correr de lado a lado, jugó como un genio", se lamentó tras el choque. También Ferrer elogió a su rival en la final: "Tengo que jugar bien, que él no juege tan bien y aprovechar esa oportunidad. Espero que él baje el ritmo". Murray ha ganado hasta la fecha siete torneos de esta categoría, el último en Cincinnati este mismo año.

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