Salto a Londres 2012

Los gimnastas no se duchan con Evian. No son como los pilotos que corrieron la semana pasada en Motegi, agobiados por si rastros de radiactividad de Fukushima acaban infiltrándose en sus millonarios cuerpos. Y eso que ellos no se juegan estos días en Tokio unos cuantos puntos sino cuatro años de trabajo extenuante para llegar a los Juegos Olímpicos de Londres. Los Mundiales, que han empezado la pasada madrugada, reparten ocho plazas directas entre los equipos y seleccionarán otros ocho que se jugarán las últimas cuatro en enero en Londres. Por eso para la mayoría las medallas son lo de menos. Para el equipo español, también. Así llega la selección a la cita más importante del año.

Un puñado de niñas para volver a la élite. España no se clasificó para los Juegos de Pekín, rompiendo una racha de éxitos que empezó, de forma tímida, en Los Ángeles 1984 y se consagró en Sidney 2000 y Atenas 2004 con la final por equipos. Así que Jesús Carballo, seleccionador desde hace más de 30 años, ha tenido que empezar de nuevo y construir, casi desde la nada, un equipo joven e inexperto que tiene muy buena pinta. Cuatro de sus seis componentes tienen tan solo 16 años, la edad mínima para competir, y escaso bagaje internacional.

Pero ahí está Ana María Izurieta, gimnasta de gran calidad pero justita de carisma, para tirar de sus jóvenes compañeras. Nacida en Ecuador hace 18 años, pero formada en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, Izurieta ha superado ya la lesión que sufrió en los últimos Mundiales y parece más centrada que nunca. "Ha tenido que centrarse en el equipo, adaptar sus ejercicios, en algunos casos quitando dificultad, y olvidarse de sus aspiraciones individuales", resumía Carballo durante el último entrenamiento del equipo en Madrid.

A su lado, otras dos gimnastas nacidas lejos de España -la venezolana María Paula Vargas y, una incorporación de última hora, la canadiense Silvia Colussi-, la madrileña Beatriz Cuesta, la asturiana Claudia Menéndez y la mallorquina Ainhoa Carmona.

Las chicas lo tendrán más difícil que sus compañeros, aunque en los últimos meses han batido a Francia, Italia y Reino Unido, algunos de sus rivales directos, en encuentros amistosos y han sido agraciadas en el sorteo: saldrán en la penúltima subdivisión, mañana a las 10.30 de la mañana en España, cuando las jueces ya están calientes y no suelen racanear con las notas, y empezarán en salto, la rotación favorita de las gimnastas porque es la que menos desgasta. "Soy realista. Mi objetivo es el preolímpico", admite Carballo. España fue 18ª en los últimos Mundiales.

Sobrevivir a Deferr. La ausencia del mejor gimnasta español, ya retirado con todos los honores, convierte en líder indiscutible del equipo a Rafael Martínez. Con 27 años y siete Mundiales a sus espaldas, el mostoleño ha recuperado algunos de sus mejores ejercicios -entre ellos el tsukahara con doble pirueta y media en salto- y gran parte de la confianza perdida, dicen los que le ven entrenarse a diario. De hecho el objetivo del equipo es la clasificación directa para Londres 2012, o lo que es lo mismo, meterse entre los ocho primeros y ahorrarse el preolímpico, que les obligaría a un nuevo pico de forma a tan solo seis meses de los Juegos. Esto es vital en un deporte donde abundan las lesiones y el cuerpo, más aún el de los hombres, es puesto al límite.

Los encuentros de preparación dicen que es factible. España acaba de ganar al Reino Unido, uno de los equipos pujantes gracias al dinero que ha inyectado la Federación británica con vistas a sus Juegos. El equipo mezcla la veteranía de Martínez e Isaac Botella con jóvenes ya experimentados -para Javier Gómez serán sus terceros Mundiales y para Sergio Muñoz, los cuartos- y una bomba aún por explotar: Fabián González. El mallorquín tiene 19 años, solo unos Mundiales a sus espaldas, y muchísima gimnasia en un cuerpo estilizado que es capaz de brillar no solo en la barra fija, sino también en el suelo, donde sus características físicas parecen un impedimento.

El equipo que dirige Álvaro Montesinos desde 2003 competirá en la madrugada del domingo al lunes (4.15) y no sabrá si lo ha conseguido hasta el lunes por la tarde.