"Laporta y Rosell son dos caras de la misma moneda"

En la rueda de prensa de Pep Guardiola previa al partido de Liga de Campeones ante el BATE Borisov (miércoles, 20.45), el fútbol ha quedado en un segundo plano. La atención, como ocurrió después de la goleada (5-0) al Atlético de Madrid, se centró en la defensa que Pep Guardiola ejerció sobre el anterior presidente del Barcelona, Joan Laporta, que algunos sectores han interpretado como un posicionamiento más cercano al antiguo mandatario que al actual, Sandro Rosell. "Hablé con Rosell el domingo. Entiendo que esta junta esté molesta por lo que dije. Yo sé cuál es mi rol, soy un empleado del club, soy solo un entrenador de fútbol y respondo con toda la tranquilidad del mundo. Yo no imputé la responsabilidad a la actual junta, me reafirmo en todo lo que dije. Si Rosell está molesto ya sabe que no era mi intención", ha explicado el entrenador; "yo no hablo de Rosell o Laporta, hablo de la situación de ocho familias. Y me reafirmo".

Las ocho familias a las que se refiere el técnico son las de Laporta y los siete ex directivos que estuvieron con él durante su etapa al frente del club. En 2006, un socio obligó a la junta de Laporta a adelantar un año las elecciones, alegando que había cumplido el mandato de cuatro temporadas al contabilizar como una completa los 15 días de junio de 2003 desde que ganase los comicios hasta que se inició el nuevo curso, el 1 de julio. El socio demandó a la junta para que avalara los 24 millones de pérdidas de Gaspart. Perdió. En 2008, apeló pero tachó de la lista a los directivos que rompieron con Laporta tras la moción de censura. El caso está en el Supremo, que ha devuelto la causa al primer juzgado, que había dado la razón a Laporta inicialmente, y es el que ha ordenado el embargo cautelar.

"En estos momentos los directivos están en una situación por 15 días, lo arrastran ocho familias a las que seguramente este viernes las embargarán. ¿Hicieron cosas mal? Igual que yo o que Sandro Rosell. Estas cosas a la gente no le importan, les importa ver al Barça jugar bien. Respondí a la pregunta el sábado porque me la preguntaron entonces, pero si me la hubieseis preguntado hace tres o cuatro meses hubiera respondido exactamente igual. Sé que al hablar bien de una junta se intuye que hablas mal de la otra, pero no es eso. Este club es tan fantástico que un solo socio ha podido decidir poner una demanda. Solo puso encima de la mesa que todas, todas, todas las juntas directivas han hecho cosas buenas y malas", ha apuntado el técnico.

En su intento por apagar la polémica, Guardiola ha tratado de reducir las distancias entre ambas juntas: "Estuve con la junta anterior y ahora con esta. Tanto con la junta directiva de Laporta como con la de Rosell he podido trabajar siempre con total libertad. Se parecen mucho más de lo que ellos creen. No me olvido de que Rosell es el presidente del Barça y eso ya marca una distancia. Cuando Laporta era presidente se decía que me llevaba mal con él. Y con Rosell también. Me llevo bien con ambos, no es fácil ser presidente, y Rosell lo seguirá haciendo bien".

Fuera de la polémica presidencial, Guardiola ha recordado el fallecimiento hoy del ex jugador del Barcelona Chus Pereda: "Mañana queremos ganar por Pereda. Me quedo con su alegría y entusiasmo. Fue el pionero de los éxitos del fútbol base nacional".