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Noche torcida para los grandes

El Manchester United empata a domicilio con el Benfica (1-1).- El City no puede con el Nápoles (1-1) en Manchester.- Pifia del Inter de Gasperini ante el Trabzonspor (0-1)

Abrasivos y sin rival en la Premier, tanto el Manchester United como el City parecían predestinados a arrollar en Europa. Su chequera, su capacidad adquisitiva y su juego apenas resisten comparación, con permiso del Barça y el Madrid. Pero se resbalaron en la primera jornada de la Champions, con sendos empates. El equipo de Sir Alex Ferguson firmó las tablas en el estadio del Benfica (1-1) y el de Mancini no pudo someter en Manchester al Nápoles (1-1). Aunque para topetazo el del Inter, que perdió en San Siro contra el Trabzonspor (0-1).

Grupo A. El Manchester City tiene un equipazo de arrea, una plantilla que asusta, expresada y significada en el banquillo frente al Nápoles, donde figuraban futbolistas como Richards, Kolo Touré, Tévez, Adam Johnson y Clichy. Y sobre el campo, olvidada ya la época en la que el técnico alineaba de tres a cuatro mediocentros, los partidos en los que el músculo y el choque primaban sobre el pase, son un vendaval de difícil detención. Touré inicia el ataque con su conducción, Nasri y Silva planean el juego con sus cabezas y lo ejecutan con sus privilegiados pies, y todo lo puntean Dzeko y Agüero. Pero ante el Nápoles, por más que gobernaran el balón y jugaran casi siempre en campo ajeno, nada les salió redondo.

Abrigado en su área, sin más intención que aguantar el resultado y salir al contragolpe, no sufrió demasiado el Nápoles. Era una constante que la zaga -que se repartió las cartulinas de forma excelente- cortara el juego con faltas, taponara los disparos con los cuerpos. El Kun no vio puerta, Silva tampoco y Dzeko dio paso a Tévez porque resultó intrascendente. No así Barry, que se quiso adornar con un pase de tacón en el centro del campo y quebró a su equipo. Maggio le sisó la cartera, salió escopeteado con el balón atado al pie y recorrió 40 metros para aguardar a que le saliera el central. Pase al desmarque de Cavani, remate de primeras y gol. Contragolpe de libro. Pero al City le sobran recursos y Kolarov, en una falta a 28 metros de la portería, realizó un golpeo seco, con el cuero que voló milímetros por encima de la barrera, sin tiempo para reaccionar del portero. Sin tiempo a más, empate del City, del equipo que aspira a todo.

Grupo B. El mayor traspié corrió por parte del Inter, que no encuentra el fútbol a desplegar. Si bien no concede demasiadas ocasiones de gol, se encasquilla con el cuero entre los pies, con Sneijder demasiado solo en la creación y lejos de su mejor versión, sin un pase definitivo a los movimientos de los puntas. Algo, en cualquier caso, que no evitó su presencia en el área rival, con dos remates tan claros como sencillos mal resueltos por Pazzini y Diego Milito. Aunque el descalabro lo ratificó Lucio, que no salió del área a tiempo y habilitó a dos jugadores rivales sin caer en la trampa del fuera de juego. Altintop cogió una volea de aúpa que se estrelló en el larguero y Celutska recogió el rechazo para cruzar el balón a la red. Varapalo para el Inter y para Gasperini, que apenas lleva unos días en el cargo y ya se pone en entredicho su continuidad.

Tampoco se le dio mucho mejor la jornada al Lille, que en botas de Sow y Pedretti firmó dos goles preciosos -el primero de tacón y el segundo con un disparo con el interior del pie ajustado al palo-, pero se despistó a última hora y recibió otras dos dianas del CSKA (2-2). Doumbia, delantero eléctrico y de movimientos revoltosos, chutó dos veces con acierto para sellar la igualada, para retratar a un equipo con ingenio en lo ofensivo, pero con serios problemas para detener las embestidas rivales.

Grupo C. El Manchester United no se encontró cómodo en el estadio de Da Luz, con menos posesión del balón de la que habitúa, con el permanente incordio de Aimar, que dirigió el ataque de Benfica como hacía tiempo que no se le veía en Europa. Un pase suyo a Cardozo, que se libró de Evans con un gran control orientado y luego un recorte, acabó en un disparo cruzado que besó la red. Nada pudo hacer Lindegaard -extrañamente no jugó De Gea en lo que podría haber sido su estreno en la máxima competición europea- en su estirada. Pero la réplica la puso el sempiterno Giggs, que se marcó una jugada individual y al pisar el balcón del área sacó un latigazo que se coló por la escuadra. Sin más respuesta, el Mufc se encomendó de nuevo a Giggs, ya con la lengua fuera, sin la excelencia de Rooney, el quiebro de Nani ni el tino de Chicharito. Por lo que apareció Nolito, exjugador del Barça, que probó fortuna con un remate picante, pero que Lindegaard, con las uñas y a contrapié, fue capaz de desbaratar.

De las tablas se aprovecha el Basilea, que hizo bueno su favoritismo ante el Otelul Galati, equipo rumano que debutaba en la competición. Un remate de cabeza de Frei, picado y ajustado al palo, y un penalti que engañó al portero bien valieron el triunfo (2-1).

Grupo D. Se le ponen las cosas de cara al Madrid, que ya es líder de grupo después de que el Ajax y el Lyon empataran (0-0) en el Ámsterdam Arena. Fue un duelo sin demasiado fútbol, con los equipos más comedidos de lo que suelen en sus competiciones. Aun así, el ariete Gomis (Lyon) y el extremo Smiljanic (Ajax) tuvieron dos remates ante el portero que fueron incapaces de dirigir con tino. Dos fallos garrafales, cero goles y un punto para cada uno.

Ryan Giggs celebra su tanto frente al Benfica.
Ryan Giggs celebra su tanto frente al Benfica.JOHN PETERS (GETTY)

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