El capitán de los kazajos de postín

Bajo las primeras chispas de lluvia, dos hombres que no son lo que parecen. Dos tenistas que nacieron rusos, compitieron como rusos, se sienten rusos y, sin embargo, llevan pasaporte kazajo. Es sábado en Nueva York. Llueve. Andrey Golubev, el rival de Rafael Nadal en primera ronda (1.00, C+ Deportes), acaba de entrenarse. Le acompaña Mikhail Kukushin. Forman un círculo cerrado. Son los kazajos. Rusos, en realidad, seducidos por el dinero y la posibilidad de participar en la Copa Davis y los Juegos Olímpicos. Los dos hombres que este año llevaron a la exRepública soviética hasta el Grupo Mundial de La Ensaladera por primera vez en su historia. Personas, como Golubev, que se plantean representar a otro país, Italia, cuando acabe su contrato.

Kazajistán es un país rico en materias primas. Su presidente, Nursultán Nazarbáyev, ha hecho del deporte una vía para promocionar su país. Ha construido cientos de pistas de tenis. Ha invertido, también, millones en incentivar la nacionalización de tenistas rusos asqueados por las dificultades de jugar la Davis con su país: además de Golubev, también ha contratado a Kukushkin, Schukin y Korolev. Ninguno de ellos reside en Kazajistán, que se inclinó ante Argentina en los cuartos de la Davis de 2011.

El número 97 espera a Nadal. Es un tenista temperamental, de juego contundente y plástico. Aprendió a competir en pistas irregulares, que compartía con otros cinco aprendices, y pegándole a la pelota dentro de su casa, tanto frío hacía fuera. Justo antes de llegar a Nueva York, en Cincinnati, rompió una racha de 18 derrotas seguidas. Luego, llegó a la Gran Manzana. Se mojó bajo la lluvia... y esperó a Nadal igual que aguarda el siguiente cambio de pasaporte.