Domínguez regresa a la cima

Tres años y siete meses después el Atlético volverá a estar representado en la selección española. Pablo Ibáñez fue el último embajador rojiblanco en La Roja. El defensa estuvo a punto de ir a la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, ya que jugó la fase de clasificación. Aunque Reyes era el principal candidato a sucederle por su consistencia la temporada pasada y empezar la actual como un tiro, fue otro central, Álvaro Domínguez (Madrid; 1989), el que rompió la sequía que tenía tocada la moral del vestuario del Calderón.

Producto de las categorías inferiores -al vivir en Tres Cantos pasó por los benjamines y alevines del Madrid, jugó en Las Rozas y al final acabó en el Atlético, el equipo de su vida, a los 14 años-, Domínguez debutó ni más ni menos que en Anfield en la Liga de Campeones. "No lo puede decir cualquiera, en el futuro será uno de los centrales titulares de España, no tengo la menor dudad", afirmó Javier Aguirre, el entrenador con el que se estrenó en la élite. Su proyección parecía imparable, pero el técnico mexicano se marchó y los siguientes, Abel Resino y Quique Sánchez Flores, dejaron de contar paulatinamente con él. "El segundo año es el peor, es el de la consolidación", argumentaba Quique el curso pasado, después de que Domínguez fuera un seguro de vida en la consecución de la Liga Europa y el subcampeonato de Copa.

"No siempre va a ser un camino de rosas. Cuando juegue, le daré más valor", asentía por entonces el jugador. Su válvula de escape fue la Eurocopa sub 21 de este verano. El 25 de junio se proclamó campeón de la categoría en Dinamarca, siendo indiscutible en los planes de Luis Milla, consiguiendo además la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Ahora, Vicente del Bosque le ha premiado con un hueco entre los campeones del mundo. "Está que se sale", le pone por las nubes Juanfran. "Unas veces estás en la cima y otras te cuesta un mundo subir un solo escalón", medita Álvaro. Ahora, está en la cima.