El primer examen de Bielsa

En casos como este hay que poner cara de póker. Enfrentarse al segundo clasificado de la Liga turca no es un resultado de los que aspiran el champán ni siquiera a la sidra elegante. La eliminatoria del Athletic frente al Trabzonspor, que se inicia hoy (21 horas, ETB-1), no es la mejor noticia a pesar de que el nombre del equipo turco apenas recuerda aquella eliminatoria de hace siete años cuando los rojiblancos sufrieron lo indecible para eliminar a un equipo menor que el actual (3-2 y 2-0) cuando se presuponía una diferencia mayor. El Athletic quizás hoy es distinto, pero el Trabzonspor es, sin duda un equipo distinto, con un entrenador distinto, Senol Gunes, que fue capaz de afirmar al quedar segundo en la Liga turca que "no hemos conseguido nada, porque nuestro objetivo es ser primeros". Algo parecido debió pensar cuando fue eliminado en la ronda previa de la Liga de Campeones por el Benfica y algo similar pensará si el Athletic le manda al olvido en el play-off de la Liga Europa.

Anímicamente, el Trabzonspor, representante de una ciudad media turca, —suponiendo que haya cordel que mida la distancia entre Estambul o Ankara y el resto de las ciudades—, se juega media vida en la contienda. Su desembolso económico ha sido importante para sus posibles, con los fichajes del ex sevillista Zokora, Altintop, el gemelo del fichado por el Madrid, o el brasileño Paulo Henrique.

Pero el Athletic no le acepta el llanto. Está igual. Comienza un proyecto novedoso, con Marcelo Bielsa al frente y algunas decisiones comprometidas en cuanto al diseño de la plantilla. Las pretemporadas son ensayos, el partido frente al Trabzonspor medirá el estado de ánimo deportivo del equipo y el primer juicio al proyecto del técnico argentino y, por tanto, de la nueva Junta directiva, a la que los perdedores de las elecciones seguramente esperan con dientes afilados.

Es un partido incómodo, sobre todo alterado el orden del sorteo y con un equipo, el Athletic, que ha dado muestras de todo. Su mejor noticia, es que ha dado muestras positivas cuando ha jugado con los elegidos y flaqueado cuando ha apostado por probaturas y nombres nuevos. La pretemporada es así, un ejercicio de ensayos, aunque se sabe lo que se espera de cada tubo. Marcelo Bielsa tiene claro cuales son sus elegidos, en los que ha buscado esa mezcla entre músculo y técnica que le permita organizar su ejercito futbolístico. Quizás el loco no quiere que lo uno prevalezca sobre lo otro, sino que se combinen ambos en una actitud global, especialmente frente a un equipo, el turco, que hará gala de su energía y competitividad.

Todo hace indicar que Bielsa apostará por el 4-3-3, dejando a Javi Martínez sus galones en el centro del campo. Eso convierte al Athletic en una especie de chicle que le permite estirarse y encogerse según las circunstancias del partido. Javi Martínez sería el diente y Herrera e Iturraspe la tripa que estira o encoge el campo. Las prestaciones del centrocampista navarro en el Europeo sub 21 no han pasado desapercibidas para nadie. Tampoco para Bielsa, que le ve como el 4 clasico, el que engarza la defensa y el ataque, el "Busquets" rojiblanco, que ayuda cuando mira hacia atrás y provoca cuando mira hacia adelante. ¿Se quedará ahí Javi Martínez? Difícil que ocurra. El centrocampista navarro es de los que miran a portería, de los que además de llevar el balón de lado a lado, piensa en el punto de penalti y posee un juego aéreo del que ningún equipo puede prescindir. Nada de olvidarse de Javi Martínez en el área rival. Se trata de reinventar al futbolista medular que puede medir el pulso del equipo y darle la confianza defensiva. En la derecha, parece que será Gurpegui quien ocupe el lugar del lesionado Iraola. Bielsa prefiere la actitud del futbolista de Andosilla a la voracidad de De Marcos, menos experimentado en el puesto, viniendo desde la media punta.

Lo que está claro es que siete años después de aquel enfrentamiento en Trebisonda, el Athletic no puede confiar su destino al partido de vuelta. Lo que no arregle en San Mamés, será difícil de reconstruir en Turquía. Los ambientes son similares, los espíritus también. Es lo que tienen los equipos turcos: hay que ganarles futbolísticamente, porque anímicamente los duelos se igualan o los superan de cualquier manera. Nada puede quedar a la improvisación, aunque tratándose de Bielsa esa posibilidad es impensable. Todo estudiado, todo presuntamente calculado. Pero tiene que rodar el balón y entonces Bielsa deja el protagonismo a los once elegidos, los previstos: Iraizoz; Gurpegui, San José, Amorebieta, Aurtenetxe; Herrera, Javi Martínez, Iturraspe; Muniain, Llorente y Gabilondo. Será su primera apuesta. No la última.