"Prefiero que me digan campeón a que me llamen guapo"
Nico Terol (22 años; Alcoy, Alicante) es un libro abierto. Buena gente; piloto obstinado, constante y perspicaz. Llama a su moto Marisol, pero este Mundial de 125cc que domina por experiencia, tesón y su gracia al manillar, no debería caer por mero azar como en una tómbola. Lo está peleando y sufriendo, como ayer, cuando un fallo mecánico de su moto le obligó a abadonar.
Pregunta. ¿A qué jugaba de pequeño?
Respuesta. Me encantaba la bici. Pero también los Playmobil: tenía la isla del Tesoro, el barco pirata, la goleta, castillos... Me gustaba hacer guerrillas entre ellos.
P. ¿Dónde dio su primer beso?
R. En la mejilla, a mi madre.
P. ¿Recuerda su mejor verano?
R. Este lo es. Estoy disfrutando mucho de esta temporada y este verano lo he pasado muy bien. Pasé la primera de estas tres semanas de vacaciones descansando en la playa, en Tenerife. Luego ya me puse manos a la obra para volver en forma al campeonato.
P. ¿Cómo es su casa?
R. Vivo en el campo, en una masía restaurada, con mis padres y mis dos perros. He vivido allí desde los tres años; es un sitio muy tranquilo, ideal para mí. Me encanta la montaña.
P. ¿Recuerda dónde estaba el día que el Alcoyano ascendió a Segunda?
R. Estaba en el hospital, en la clínica Dexeus, en Barcelona. Fue una alegría y una motivación extra. Xavi, mi representante, iba informándome de todo a través de la Blackberry.
P. ¿Ya se ha renovado el carnet de socio?
R. Sí. Tengo muchas ganas ya de ver algún partido. El año pasado hicieron una gran temporada.
P. ¿Qué lleva siempre en la maleta?
R. Música. Ahora, además, llevo unos guantes de repuesto, porque como se me ha ido deshinchando el meñique recién operado no sé cuándo los voy a necesitar. Me hicieron unos especiales, pero se quedaron grandes; me han hecho otros a medida y llevo encima también los antiguos. Es una manía reciente.
P. ¿Sigue algún ritual en las carreras?
R. Para concentrarme siempre escucho la música a la misma hora, caliento entre media hora y 40 minutos antes de subirme a la moto; me cambio siempre a la misma hora y me pongo el casco y el guante derecho a falta de un minuto y 15 segundos. Antes tenía más manías pero intenté deshacerme de ellas.
P. ¿Qué manías?
R. Cuando me pasaban la sal, si caían cuatro granos, me echaba un montón por detrás. Todo tenía que ser tan perfecto, que cuando no era así me salía de mis casillas. Me obligué a mí mismo a olvidarme de supersticiones absurdas y dejarme de tonterías.
P. ¿Quién maquea a su mascota, Solex, en cada carrera?
R. Paolo, que es uno de mis mecánicos. Siempre sabe distraernos en los momentos de aburrimiento y cómo hacernos desconectar.
P. ¿Cómo van las clases de inglés?
R. En este parón he estado repasando con mi hermana, pero cuando me pondré a fondo será en el parón invernal. Tengo que dar el paso definitivo. Me iré a algún pueblecito de Inglaterra para poder hablarlo bien.
P. ¿Cuántos huesos se ha roto?
R. Me rompí el pulgar y dos vértebras. El resto solo han sido esguinces. Toco madera.
P. ¿Echa de menos su bazo?
R. Es una defensa cuando estás creciendo. Pero ni me tengo que medicar, ni he tenido problemas desde que lo perdí. Ni siquiera la cicatriz quedó demasiado mal. No lo echo de menos.
P. ¿Se pueden hacer amigos en el paddock?
R. Sí.
P. ¿A quién admira?
R. A Rafa Nadal. En las motos, de pequeño mi ídolo siempre fue Àlex Crivillé, pero desde que empezó en el Mundial me ha gustado mucho Dani Pedrosa.
P. ¿Cuál es su piropo preferido?
R. ¡Campeooooón! No es que no me guste que me digan guapo, pero prefiero campeón.
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