Stoner se aleja

Dicen en su entorno que es mucho más maduro ahora que cuando ganó el título en el año 2007 y que eso de que pilotos como Pedrosa, Dovizioso o Simoncelli lleven su misma moto le anima a ir aún más rápido. Lo de exprimir cualquier máquina que le den no le viene de nuevas a Casey Stoner. Y a ello se puso desde el primer entrenamiento de pretemporada, allá por el mes de noviembre del año pasado. En Brno, donde no había vuelto a ganar precisamente desde el 2007, el australiano dio un golpe de efecto al mundial al sumar su sexta victoria del año y hacerlo, además, aprovechando que su gran rival, Jorge Lorenzo, ni siquiera pudo subirse al podio.

Stoner, como ya hizo en los Estados Unidos, donde ganó la prueba después de un fin de semana en el que no brilló en los entrenamientos, dio la sorpresa beneficiado seguramente por el abandono de Dani Pedrosa, que había exhibido un ritmo infernal desde la primera sesión del viernes. El catalán perdió su rueda trasera recién iniciada la prueba, en la tercera vuelta, cuando rodaba primero, perseguido por Stoner, Dovizioso y Lorenzo, cuando se disponía a abordar una curva a la derecha y a demostrar de lo que es capaz cuando está en forma. No pudo ser.

Tampoco pudo demostrar Lorenzo que no se ha olvidado de ganar. Salió lanzado, a la caza de Pedrosa y de Stoner, a quienes rebasó en las primeras dos curvas con una aparente facilidad, lo que le permitió colocarse en cabeza unas cuantas vueltas. Pero la alegría le duró poco, así funcionan las cosas este año, en el que las Honda parecen haber ganado la batalla a la Yamaha que en 2010 le hizo campeón. Tras la caída de Pedrosa y después de un susto que casi se lo lleva por los suelos, el mallorquín cedió su puesto a Stoner primero y a Dovizioso unos giros más tarde, aunque no les perdió del todo la pista. Es más, llegó a recuperar la segunda plaza tras nueve giros en los que Dovizioso aflojó -llegó a rodar un segundo más lento que su compañero en el equipo oficial de Honda- y dio alas a Stoner, que se alejó del trío que formaban su colega, Lorenzo y Simoncelli. Si bien, una vuelta después, cuando el líder del campeonato ya estaba a cuatro segundos, tuvo otro susto.

Pasado el ecuador de la prueba, cuando acostumbra a dar más que el resto, Lorenzo era el piloto con el peor tiempo por vuelta de entre los siete primeros. Lo rebasaron Dovizioso y Simoncelli. Perdió la rueda de los italianos, como perdió su cadencia y su habitual velocidad. Perdió también toda opción a subirse al podio. Así como las razones para presionar a un tipo tan seguro de sí mismo como lo está Stoner.

A seis vueltas para el final, caía Álvaro Bautista tras una carrera fantástica en la que se exprimió para pelear con Valentino Rossi o igualar el tiempo por vuelta de las Honda y Yamaha que tenía por delante; apretaba los dientes Lorenzo para reencontrarse en la pista con Simoncelli, aunque nunca llegó lo suficientemente cerca de él, bien por unos neumáticos que no funcionaron como deberían, bien porque no era su día; y nada ni nadie estorbaba a Stoner, el único capaz de acumular vueltas y más vueltas en 1m57s, un tiempo al alcance de pocos este domingo. Dovizioso, que cuajó una carrera fantástica, y Simoncelli, por fin, le acompañaron en el podio. Del que se quedó a menos de un segundo Lorenzo. Tan poca distancia. Tanta diferencia.