El Madrid sonríe con Benzema

Sonríe Benzema. Sonríe el Madrid. Los blancos enfilan su sexta victoria - en seis partidos - en la pretemporada. Y el delantero francés ya lleva seis goles. Lo celebró con una sonrisa. Con la cara chorreando sudor pero relajada. Por fin. Como la de alguien que sabe que está cumpliendo con su trabajo. Que se siente a gusto. Que se siente parte del equipo y que disfruta de su juego. Quizás José Mourinho pueda dar por terminada su eterna búsqueda del tercer delantero. Si Benzema mantiene este nivel, vale por dos.

Habían pasado solo ocho minutos cuando el francés se fue por la izquierda. Hizo un regate elegante, un recorte y envió un pase a Khedira. Tan preciso y tan ajustado que el centrocampista solo tuvo que saltar y empujarla con la cabeza. Gol. Es el primer tanto del alemán con la camiseta del Madrid. Se lo agradeció a Benzema que no paró quieto. Chutó dos veces fuera hasta encontrarse con el gol. Controló un gran pase de tacón de Cristiano y envió a portería un zurdazo imparable. Con la derecha marcó el cuarto del Madrid. Y Mourinho se levantó del banquillo para celebrarlo. A la espera de recibir al Barcelona en el Bernabéu el 14 de agosto, su equipo ha marcado 21 goles en seis partidos. Y, buena noticia, no han sido territorio privado de Cristiano.

A la fiesta blanca contra el Guangzhou (1-7) también se sumó Özil. El turco es pura magia jugando al fútbol. Y, lo mejor, es que todo lo realiza con tanta naturalidad que parece que cualquiera podría saltar al césped y hacerlo. Ya sea intercambiar una pared con Khedira, cambiar rápidamente de marcha, saltarse al portero y marcar con el exterior. Precioso el gol del turco. Cristiano no quiso ser menos e hizo doblete de tacones. De tacón dio el pase de gol a Benzema y de tacón marcó el quinto del Madrid.

Revolucionó el equipo Mourinho en el minuto 60. Entraron Adan, Arbeloa, Di Maria, Coentrao, Varane, Albiol, Kaká y Jesé. Marcó el canterano -medio gol fue de Di Maria que centró de rabona- y poco después también el argentino en el penúltimo partido de los blancos antes de empezar la temporada, la de verdad, con el clásico de la Supercopa. El Madrid sonríe con Benzema, disfruta de Özil y espera a Sahin.