Serena pisa fuerte

Tras vivir uno de los años más difíciles de su carrera deportiva, Serena Williams empieza a ver la luz al final de túnel. La tenista estadounidense, exnúmero del mundo, se ha impuesto en el torneo de Stanford, ganando su primer trofeo desde Wimbledon 2010. Justo después de aquella victoria, su 13ª en un grande, sufrió una grave lesión en un pie y a continuación se vio afectada por una embolia pulmonar que pudo acabar con su vida. Tras un discreto retorno a la competición en junio de este año, la menor de las hermanas Williams empieza a dar ahora los primeros síntomas claros de recuperación.

La estadounidense ha logrado la victoria en Stanford derrotando con solvencia a la francesa Marion Bartoli. Ha remontado un 2-4 en el primer set para acabar imponiéndose por 7-5 y 6-1 a la tenista que hace pocas semanas la descabalgó de la lucha por revalidar su título en Wimbledon en la cuarta ronda del torneo. Antes, Williams había dejado por el camino con facilidad a la número cinco del mundo, la rusa Maria Sharapova (6-1 y 6-3) y a la semifinalista en Londres Sabine Lisicki (6-1 y 6-2). La consecuencia más inmediata de su triunfo es un espectacular salto en el ránking de la WTA: del puesto 169 al 79, 90 plazas.

"El hambre es mucha, pero es algo diferente, es más felicidad, siento alivio y gratitud", ha explicado Williams, que se tomará una semana de descanso antes de volver a competir en Toronto y Cincinatti. Más allá, su mirada apunta al Abierto de Estados Unidos, torneo que arrancará el próximo 29 de agosto. Su actuación en Stanford y su historial en las pistas del grande de Nueva York (lo ha ganado tres veces) indican que, de nuevo será una de las favoritas. "Realmente ha mejorado su nivel desde Wimbledon", ha reconocido Bartoli después de ser batida por Williams; "la pondría entre las favoritas para ganar el Abierto de EE UU".