El rey Lochte; el príncipe Sun

No hacía falta esperar al último día para afirmar que el rey indiscutible de los Mundiales de Shanghái ha sido Ryan Lochte. Por si a alguien le quedaba alguna duda, hoy el estadounidense ha sumado su quinta medalla de oro en la prueba de 400 metros estilos. El nadador mandó durante toda la prueba y se proclamó campeón con una superioridad aplastante, parando el crono en 4m 07,13s. Por detrás ha llegado su compatriota Clary, que ha conseguido un tiempo de 4m 11,17s y el japonés Yuya Horihata, bronce con 4m 11,98s. Un nuevo éxito para el de Nueva York, que voló durante estos campeonatos y subió al primer escalón del podio de los 200 libre, 200 estilos, 400 estilos, 200 espalda y el relevo 4x200 libre. Además, consiguió el bronce en el 4x100 libre y fue el primero en rebasar un récord del mundo desde la prohibición de los bañadores de poliuretano en los 200 estilos, espoleado por su compatriota y amigo Michael Phelps.

Hasta hoy, la de Lochte había sido la única plusmarca mundial batida durante la competición china. Hubo que esperar hasta la penúltima prueba, los 1.500 metros libre, para ver la segunda. La pulverizó un chino de 19 años, Yang Sun. Delante de su público, el nadador ha conseguido rebajar en 42 centésimas (14m 34,14s) la marca mundial que consiguió el Australiano Grant Hackett hace 10 años, hasta entonces el récord más antiguo de la natación.

En la final de los 4x100 libre que cerró definitivamente los Mundiales, Estados Unidos se hizo con otra medalla de oro -la decimoséptima-, en el 4x100 estilos con un tiempo de 3m 32,06s. Phelps fue decisivo en una final extremadamente incierta y permitió a su equipo cerrar por delante de Australia (3m 32,36s) y Alemania (3m 32,60s).