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Sabella entrenará a Argentina

La federación argentina confirma la contratación del extécnico de Estudiantes, con solo dos años de experiencia como primer entrenador, como relevo de Batista en el banquillo

Después de cinco años de vanos intentos con Alfio Basile, Diego Maradona y Sergio Batista, Argentina confirmó la contratación de Alejandro Sabella, exentrenador del Estudiante, como nuevo seleccionador de la albiceleste. Tras el alejamiento de José Pekerman de la albiceleste al finalizar Alemania 2006, Argentina no ha vuelto a escoger a un director técnico de similares características. Ahora, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), más allá de sus desaguisados con la posible fusión de la Primera y la Segunda, ha tomado una decisión que para muchos dirigentes de clubes y aficionados de este país obsesionado con el balón resulta sensata: la designación del meticuloso Sabella en reemplazo de Batista. "Alejandro Sabella es el elegido, la decisión ya está tomada", sentenció José Luis Meiszner, secretario general de la AFA.

Sabella, porteño de 56 años, comenzó su carrera como primer entrenador hace solo dos años y ya ha conseguido con el Estudiantes de La Plata una Liga argentina, una Copa Libertadores de América y una subcampeonato en la Copa Mundial de Clubes, en la que perdió una reñida final ante el Barcelona por 2 a 1. Sabella, al igual que Pekerman, es un cultivador del bajo perfil, el trabajo duro en los entrenamientos y el planeamiento táctico.

En una conferencia ante aspirantes a directores técnicos, Sabella dijo que un buen entrenador debía "tener tres cualidades indispensables: que el jugador se dé cuenta de que uno sabe, tener capacidad de trabajo y ser honesto, y decir la verdad por más dura que sea". También tiene sus máximas sobre los futbolistas que le gustan: "¿Si prefiero a un jugador técnico sin luces o a un obrero inteligente? Al obrero inteligente. Pero hay una tercera categoría y es la que elijo: un jugador con técnica, sin luces, pero que se mate dentro de la cancha". Sabella es de la escuela de Bilardo, pero su Estudiantes se ha caracterizado no solo por defender en forma ordenada, uno de los déficits de la Argentina actual, sino también por su vocación por atacar y tratar bien el balón.

Sabella nació en 1954 en una familia de clase media alta del barrio de Palermo, en Buenos Aires. Fue canterano del River Plate, el club de los millonarios, y prefirió dedicarse al fútbol, en lugar de estudiar Derecho. Era centrocampista ofensivo y peleaba inútilmente por ganarle la titularidad a Norberto Alonso, uno de los máximos ídolos de la historia del River. En 1974 debutó como profesional, pero solo dos años después consiguió consolidarse en el once inicial, después de que Alonso se marchara a Francia. Sin embargo, Pachorra -mote que se ganó por su juego demasiado tranquilo- no logró convencer al público millonario y se marchó en 1978 a Inglaterra, donde jugó en el Sheffield United y en el Leeds United.

En 1982 regresó a su país, buscó club y encontró al Estudiantes que dirigía Bilardo. Allí ganó dos Ligas (ese año y en 1983). Llegó a jugar con la albiceleste la Copa América de 1983, con Bilardo de seleccionador. También vistió las camisetas del Gremio de Porto Alegre, el Ferro Carril Oeste de Buenos Aires y el Irapuato de México, donde acabó su carrera en 1989.

Después se convirtió en ayudante de campo de Daniel Passarella, entonces entrenador del River. Lo acompañó también en la selección argentina que jugó Francia 1998, en la de Uruguay, el Parma, el Monterrey y el Corinthians.

Solo en 2009 se le presentó la oportunidad de ser primer entrenador. Tomó las riendas de los pincharratas de La Plata y consiguió la Libertadores ese mismo año y la Liga en 2010. El baluarte de su equipo fue Juan Sebastián Verón, un creador del medio campo, algo de lo que ha carecido Argentina en Sudáfrica 2010 y en la reciente Copa América que organizó en su territorio. En 97 partidos, ganó 58, igualó 21 y perdió 18.

El Estudiantes de Sabella se caracterizó por la presión constante en el medio campo, otra necesidad actual de la albiceleste. Muchas veces su equipo liquidaba los partidos cuando éstos estaban acabando. Obsesivo por la táctica, apunta todo, no improvisa nada. Humilde, no le gusta acaparar los micrófonos ni las cámaras. "Cando era ayudante de campo pensaba que cuando fuera técnico no tenía que olvidarme de que había sido jugador", dijo alguna vez.

A principios de 2011 renunció en forma sorpresiva a la conducción del Estudiantes porque estaba disconforme con sus dirigentes, que no le habían comprado los jugadores que él quería. Verón le reprochó su dimisión: "Hay que tener un poco de agradecimiento y un poco de memoria, como la que tenemos nosotros que seguimos en Estudiantes". Sin embargo, tiempo después calmó su enfado: "Sabella nos dejó mucho y quedarnos sin él fue difícil, pero de a poco nos vamos recuperando. Muchos de nosotros nos mantenemos en contacto con él. Ojalá pueda volver al club, es uno de esos personajes que queda grabado en la historia de la institución".

No regresará al pincharrata. Apenas dejó el equipo platense, Chile intentó sin éxito contratarlo como sucesor de Marcelo Bielsa en su selección. Hace unas pocas semanas, firmó un contrato con Al-Jazira Sporting de los Emiratos Árabes, pero este club ha admitido que dejará en libertad a Sabella, que aún no había viajado al país asiático, en caso de que se concrete su incorporación a la albiceleste. Eso sí, Sabella, a diferencia de Maradona y Batista, no tendrá que convivir con Bilardo como manager de las selecciones argentinos, pues el técnico campeón de México 1986 acaba de dejar ese cargo y ahora solo será asesor de Grondona.

Alejandro Sabella, durante un partido con Estudiantes.
Alejandro Sabella, durante un partido con Estudiantes.CEZARO DE LUCA (EFE)

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