Hamilton gana una carrera sublime
El británico supera al español Fernando Alonso y al australiano Mark Webber, mientras que Vettel concluye cuarto
La sorpresa fue mayúscula el sábado cuando Lewis Hamilton logró colocar su McLaren en la primera línea de la parrilla. Pero ya sorprendió menos ver al piloto británico situarse en primera posición a los pocos metros de tomar la salida. Salió como un coloso, como un condenado que no tiene nada que perder. Atacó como un león a Mark Webber, que partía desde la pole, y le arrasó antes de llegar a la primera curva. Era un torbellino que no bajó la intensidad hasta el final de la carrera. Nadie pudo con Hamilton ni con su McLaren. Concluyó en primera posición y ganó su segunda carrera del año (tras haberse impuesto en China) y la 16ª de su carrera.
Hamilton se impuso a un combativo Fernando Alonso, que puso de nuevo al descubierto el gran salto de calidad que ha dado Ferrari hasta ponerse a la altura de los Red Bull, y a un Mark Webber que se niega a aceptar su condición de segundón en su equipo. El español llegó a liderar la carrera en los momentos de los cambios de neumáticos. Pero al final, Hamilton fue más rápido que él incluso con los neumáticos duros y esa circunstancia resultó decisiva en el último paso por el taller. Entonces, Ferrari estaba todavía evaluando la posibilidad de ganar tiempo con los blandos y obligó a Alonso a dar una vuelta más. Lo que resultó un error de peso y privó al asturiano de cualquier posibilidad de victoria
La carrera, sin embargo, resultó embriagadora. Desde la misma salida quedaron establecidas las coordenadas que se seguirían hasta la conclusión. Hamilton y Alonso atacando. Y los dos Red Bull de Webber y de Vettel defendiéndose con las uñas. Por detrás, Felipe Massa luchando hasta el final por la cuarta posición y perdiéndola al final por otro error de su equipo al retrasar en exceso su último cambio de neumáticos, lo que permitió a Vettel concluir cuarto. El título parece decidido. Vettel sigue liderando el Mundial con 77 puntos de ventaja sobre su compañero, Webber, y con 86 sobre el español Alonso. McLaren puede ser árbitro, pero no cuenta para el título. Y Mercedes está a años luz de los líderes.
La carrera fue un bálsamo de aire fresco para un Mundial a veces aburrido en exceso. Desde las primeras curvas los adelantamientos se sucedieron a todos los niveles. Los más espectaculares se produjeron entre los primeros clasificados que se resistían a ceder posiciones. Ocurrió entre Alonso y Vettel, entre Webber y Hamilton, entre Massa y Vettel. Y en medio, algunos pilotos, como Rosberg, que se negaban a ceder el paso al Ferrari de Massa. La lucha fue atroz. Y las estrategias jugaron su papel. Pero al final fue la incuestionable calidad de un piloto como Lewis Hamilton la que acabó marcando la pauta de la carrera.
"Quiero dar las gracias a mi equipo por haber reaccionado de forma tan rápida y haberme dado un coche capaz de ganar", comentó Hamilton. McLaren estuvo a la altura de los mejores y ganó. Alonso confesó que en el último tramo de la carrera no podía alcanzar al británico y que su preocupación fue evitar que le alcanzara Webber. El duelo entre Hamilton y Alonso no pudo repetirse esta vez. Habrá que esperar al Gran Premio de Hungría que se celebra la próxima semana.
Jaime Alguersuari, por su parte, realizó una buena carrera, pero esta vez no consiguió entrar en los puntos. Concluyó 12º, por delante de su compañero de equipo, Sebastian Buemi, que acabó 15º; "nos faltó el ritmo de Valencia", confesó Alguersuari. "No teníamos carga aerodinámica. Pero estoy contento de haber concluido por delante de Force India y de un Williams... y de mi compañero".
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