Puñetazos, empujones e insultos

La semifinal de la Copa América entre Paraguay y Venezuela se saldó con el pase a la final de los primeros, tras ganar 5-3 en los penaltis, y una trifulca final en la que se vieron involucrados varios jugadores y miembros de ambos cuerpos técnicos. "Ver que algunos jugadores y directivos venir a provocar, y ver la bajeza de algunas personas da rabia. Pero luego piensas que debemos ser importantes si vienen a burlarse de nosotros", afirmó el técnico de la vinotinto, César Farías.

Al final del partido, mientras algunos jugadores atendían a la prensa a pie de campo, paraguayos y venezolanos se enzarzaron en una pelea multitudinaria a puñetazos y empujones. La seguridad del estadio no daba abasto y tuvo que intervenir la policía. Después de tres minutos de golpes y empellones los vencedores se retiraron al vestuario increpando a los aficionados venezolanos y haciendo gestos con las manos de "a la calle".

Nadie de la delegación Paraguaya se refirió a la tangana y se limitaron a destacar que deberán dar un salto de calidad en la final ante Uruguay -no han ganado un solo partido en esta Copa América- y la importancia de haber superado el segundo partido consecutivo en los penaltis. "No quiero pronunciarme sobre la tangana hasta ver las imágenes", dijo Juan ángel Napout, presidente de la Federación de Paraguay; "lo importante es que en estos momentos hay seis millones de paraguayos felices". Por su parte, Gerardo el Tata Martino, seleccionador de Paraguay, que fue expulsado durante el partido, no acudió a la rueda de prensa aludiendo a un problema sin especificar. No es la primera tangana que protagonizan los jugadores de Martino en esta Copa América. En el partido anterior, en los cuartos contra Brasil, el medio paraguayo Alcaraz y el brasileño Leyva iniciaron otra bronca durante el partido. Ahora, le toca decidir a la organización si sanciona a los jugadores involucrados de ambos equipos.