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A Darren Clarke se le debe una

A sus 42 años, el norirlandés puede ganar su primer grande.- El golfista, que ya lideró el 'British' en 1997, rehízo su vida tras la muerte de su mujer en 2006

Darren Clarke nunca había estado en esta situación pero la historia le debe una. En 1997, fue líder del Open Británico durante las dos primeras jornadas, pero un mal fin de semana unido a un gran domingo del estadounidense Justin Leonard (ganador final) le dejó sin premio. Después, fue tercero en 2001 en otro Open, pero nunca más estuvo tan cerca de ganar un major como ahora, cuando a sus 42 años es el sorprendente líder de un British que se ha comido a los mejores jugadores del mundo. Primero y a falta de una sola jornada, tendrá que luchar contra las inclemencias del tiempo que puedan darse en Sandwich. Aunque ayer ya dejó ver que tiene buena mano para sobreponerse a esas dificultades. Una mano que le ha hecho famoso.

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Clarke se hizo profesional en 1991 y desde entonces ha participado en 460 torneos (incluido este Open), de los que ha ganado 13, algunos de gran prestigio como cuando ganó en el año 2000 al mejor Tiger Woods de la historia en un torneo de match-play, hasta ese momento terreno vedado por el norteamericano. En el circuito era conocido por su extraordinario juego corto, aunque también se hizo famoso por la vida que llevaba. Sus aficiones por el alcohol, el tabaco y los coches eran de sobra conocidas, pero todo cambió en 2005. A su mujer, Heather, con la que tuvo dos hijos, le diagnosticaron un cáncer de pecho del que moriría tan solo un año después, en agosto de 2006. Por ello, Clarke, que había dejado de jugar para estar con su mujer, recibió una invitación para jugar la Ryder Cup en Irlanda que se disputaba un mes después y que Europa, en su honor, ganaría (participó en otras cuatro ediciones, de las que el Viejo Continente ganó tres). Entonces, su gran amigo Miguel Ángel Jiménez, mañana directo rival, fue su apoyo más cercano. El Pisha incluso consiguió que el propio Clarke se fumase algún purito que otro tras la victoria.

Desde entonces, el norirlandés ha rehecho su vida. Dirige una fundación que lleva su nombre y que se dedica a ayudar a los golfistas jóvenes de Irlanda del Norte y recaudar dinero para la lucha contra el cáncer de pecho. Clarke ha vuelto a ser ese genio. Este año se va a volver a casar (a finales de 2010 anunció su boda con Allison Campbell) y, visto lo visto, la vida le ha devuelto al lugar que merecía.

Darren Clarke, durante la jornada de ayer en el 'British'.
Darren Clarke, durante la jornada de ayer en el 'British'.STUART FRANKLIN (GETTY)

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