Deron Williams firma por el Besiktas

Deron Williams ha soltado la liebre. El base All-Star de los Nets de Nueva Jersey ha sido la primera estrella de la NBA en firmar un contrato para jugar fuera de la Liga el próximo año. El jugador, que ya había anunciado el acuerdo hace días, ha colgado hoy en su perfil de Twitter la rúbrica de su contrato con el Besiktas, con el que disputará la próxima temporada mientras continúa el cierre patronal de la Liga, del que se cumplen 15 días.

Si ayer Sasha Vujacic, excompañero de Pau Gasol en los Lakers, continuó el goteo de salidas con su fichaje por el Efes Pilsen, turco, la decisión de Williams supone un nuevo giro de tuerca por la magnitud de su figura -promedió 20,1 puntos y 10,3 rebotes el pasado año- y porque no es un agente libre (Pachulia, su compañero de viaje, tampoco), ya que aún le quedan dos años más en Nueva Jersey. Debido a ello, la FIBA aún ha de dar luz verde a su llegada, algo en lo que se ha mostrado confiado el sindicato de la NBA, que afirmó hace unos días que "si tratan de detenerle, lucharemos por él". El sindicato, en un memorando enviado a los jugadores, revelado por el New York Times, insta a los que decidan salir a firmar cláusulas que les permitan volver a la NBA cuando termine el cierre; un punto en que también podría inmiscuirse la FIBA. Williams, que se ha asegurado esta vía de escape para volver a América, no se incorporará al equipo turco hasta finales de agosto o principios de septiembre, siempre y cuando dure el bloqueo.

El base no se ha mostrado preocupado por uno de los principales impedimentos que se habían señalado para la marcha de los jugadores más cotizados: la fuerte rebaja de su salario -ha acordado 3,5 millones de euros, muy lejos de los 11,5 que tiene con los Nets para este año- y ha asegurado que cuanto más se prolongue el lockout, mejores serán las perspectivas económicas para sus compañeros: "Kobe ganaría más dinero fuera, lo garantizo. Si los equipos europeos supieran que él o LeBron James iban a estar fuera todo el año, pagarían más dinero, por supuesto. Si los propietarios se van a mantener en la propuesta actual, creo que será difícil para muchos jugadores volver a la NBA". Otra de las superestrellas, Kevin Durant, también ha mostrado recientemente su disposición a abandonar la Liga, llegado el caso: "Williams ha tomado su decisión rápido y estoy seguro de que vamos a ver a muchos chicos siguiendo sus pasos. Yo me lo voy a tomar con calma; a ver qué sucede. Mi primera opción es la NBA, pero ya veremos porque me gustaría probar algo nuevo".

El éxodo de jugadores no tiene visos de detenerse por el momento, hasta que se firme un nuevo convenio. Para que eso suceda, el sindicato y la Liga volvieron a reunirse ayer, según varios medios norteamericanos -como Sports Illustrated y CBS-. El encuentro no tuvo carácter oficial y el perfil de los asistentes fue medio-bajo, con la ausencia del máximo representante de los equipos, el comisionado David Stern, y el director del sindicato, Billy Hunter, en la que es la primera cita desde el fundido a negro del pasado 1 de julio, y que debería servir como toma de contacto para reiniciar las conversaciones. Sin embargo, las franquicias y los baloncestistas no son los únicos afectados y los recortes ya han comenzado en la Liga. La propia NBA ha anunciado esta semana el despido de 114 trabajadores, el 11% del personal en las oficinas de Nueva york, Nueva Jersey e internacionales. Según uno de sus portavoces, la decisión "no está directamente relacionada con el cierre patronal, pero sí es una respuesta a un tema subyacente, el hecho de que los gastos de la Liga son mayores que los ingresos". A lo que se suman los despidos de 15 empleados por parte de los Pistons y de siete de los Bobcats, dos de las franquicias con una situación económica complicada; con lo que las franquicias y la NBA ya han eliminado, desde 2008, 275 puestos de trabajo. Parece claro que, mientras el candado siga echado, seguirá habiendo bajas. Williams, de momento, la más significante.