Venezuela encuentra la fórmula
Los de Farías derrotan a Ecuador con un gol de César González y encarrilan su pase a cuartos
Apenas había vivido un par de noches de gloria en la historia de la competición, pocos la esperaban, pero Venezuela parece decidida a despojarse de su cartel de cenicienta. Tras derrotar a Ecuador con su método humilde pero efectista, lidera su grupo y tiene todas las papeletas para alcanzar los cuartos de final.
La Vinotinto fue la encargada de descorchar el partido. Gabriel Cichero, voluntarioso carrilero de Newell?s Old Boys, descubrió un boquete en el costado de la defensa ecuatoriana y se animó a buscar la hazaña del gol cuando apenas habían transcurrido cinco minutos. Se lo impidió Elizaga, el guardameta del Deportivo de Quito que, a sus 39 años, es el más veterano y el más brillante bajo los palos en lo que va de torneo. Apodado El Muro, apenas se inmuta ante el peligro. Con porte sereno y espíritu relativista, despejó el zapatazo de Cichero y el resto de las intentonas venezolanas durante el primer tiempo. Sus guantes sostenían a un equipo que se quebraba por el centro. Con Noboa inédito en la creación, el balón volaba de Elizaga a Caicedo sin argumentos intermedios. El cuadro de Reinaldo Rueda, cojo y sin desborde por la baja de Antonio Valencia, estuvo limitado en su juego y timorato en sus convicciones y destinó toda su fibra y su despliegue a contener la propuesta de Venezuela, siempre más intensa.
Venezuela, 1; Ecuador, 0.
Venezuela: Vega, Rosales, Perozo, Vizcarrondo, Cichero, Rincón, Lucena, González (Mesa, m.65), Arango, Miku (Rondón, m.75) y Maldonado (Di Giorgi, m.82).
Ecuador: Elizaga, Reasco, Araújo, Erazo, Ayoví, Castillo (Quiroz, m.76), Noboa, Arroyo (Montaño, m.73), Méndez, Benítez y Caicedo.
Gol: 1-0, m.62: González.
Árbitro: Walter Quesada (Costa Rica). No mostró tarjetas.
Incidencias: partido disputado en el estadio Padre Ernesto Martiarena de Salta ante 12.000 espectadores.
Los hombres de César Farias, el seleccionador más joven del torneo con 38 años -uno menos que Elizaga- han seguido una concienzuda preparación de cara a la Copa América y el paso de los minutos consolida su proyecto. Ya son líderes del grupo B donde los focos y la púrpura apuntaban de inicio a Brasil y Paraguay.
El trabajo abnegado de Lucena en el centro del campo, la inventiva de Arango en la zona de tres cuartos y la conmovedora entrega de Miku y Maldonado en la punta, arrinconaron progresivamente a Ecuador hasta monopolizar la posesión del balón y los méritos para la victoria. Farías gestiona sus recursos con la mesura de un alquimista y condura a sus delanteros como si se tratarán de una especie en extinción. Solo así se explica la suplencia inicial de Rondón. El delantero del Málaga, revelación de la pasada Liga con 14 goles, esperó paciente su turno en el banquillo hasta el minuto 75, cuando saltó al campo en sustitución de Miku. El punta del Getafe y Rondón únicamente han disputado tres partidos juntos en la selección absoluta. La fórmula, por paradójica que parezca, funciona y el plan coge vuelo.
Atendiendo a la historia, Venezuela es la cenicienta del torneo. Hasta la de anoche, contaba tan solo con dos victorias en sus 14 presencias. César González firmó la tercera. El entramado defensivo ecuatoriano se vino abajo cuando la Vinotinto mezcló la pausa y el vértigo. La calculada retórica dio paso a un ataque punzante en busca del triunfo y la jugada del gol condensó la idea. El balón llegó manoseado hasta la frontal del área y allí lo recogió Miku para cargarlo de electricidad con una dejada sutil que cortocircuitó a los centrales ecuatorianos. González llegó presto desde la segunda línea y con un zapatazo atinado rompió el muro de Elizaga. No hubo respuesta. Las urgencias ecuatorianas se quedaron en fuegos de artificio y Venezuela se alzó con la primera victoria de su grupo.
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