Costa Rica se gana el derecho a soñar
Los de La Volpe, liderados por Campbell, derrotan con autoridad a Bolivia que acabó con nueve jugadores
Costa Rica es, en el más amplio sentido de la expresión, una selección modesta. Ocupa el puesto 55 en el ránking de la FIFA, maneja con prudencia sus limitados recursos y disimula con criterio sus defectos. Con esas credenciales llegó a la Copa América, como invitada junto a México. Con una selección sub 22 reforzada con alguno de sus 'mayores'. Las expectativas no iban más allá de atender con voluntarismo al orgullo de la camiseta, pero en su debut en el torneo emborronó la idea y, ante Colombia, dejó una pésima tarjeta de presentación. En aquel encuentro los de Ricardo La Volpe elevaron la condición de equipo timorato a la categoría de arte y, al término de los 90 minutos, en su hoja de servicios no se contabilizó ningún disparo a puerta.
Bolivia, 0; Costa Rica, 2.
Bolivia: Arias; Alvarez, Raldés, Rivero, Gutiérrez; Arce, Flores, Robles (Chávez, m.67), Campos (García, m.79); Rojas (Peña, m.67) y Martins.
Costa Rica: Moreira; Salvatierra, Duarte, Acosta, Calvo; Mora (Cubero, m.82), Guzmán, Leal, Madrigal (Guevara, m.46); Martínez (Elizondo, m.81) y Campbell.
Goles: 0-1, m. 59: Martínez aprovecha un rechace de Arias. 0-2, m. 78: Campbell culmina un contraataque.
Árbitro: Carlos Vera (Ecuador). Expulsó con roja directa a Ronald Rivero (m. 71) y Walter Flores (m. 76), de Bolivia. Amonestó a los bolivianos Álvarez (m. 35), Martins (m. 57), Rivero (m. 65) y Gutiérrez (m. 88) y al costarricense Guzmán (m. 30).
21.000 espectadores en el estadio 23 de agosto de la ciudad argentina de Jujuy.
En la misma línea arrancó su duelo ante Bolivia. Arropado con tres centrales, interpretaba el paso de los minutos como un ejercicio de juego funcionarial y pelotazos gratuitos hacia el extremo Guzmán que corría a por ellos sin demasiada fe.
Bolivia, en cambio, había protagonizado la primera sorpresa del torneo al empatar con la anfitriona, Argentina, en un pulso tan árido como igualado y afrontaba el duelo con la oportunidad histórica de sellar su billete a cuartos. Pero a los de Gustavo Quinteros les pesó la responsabilidad, les tembló el discernimiento y les faltó fútbol.
Una espesura infinita se extendía sobre el tapete de Jujuy, provincia del norte que limita con Bolivia. La numerosa afición boliviana cantaba por protocolo, la costarricense por pura fe. Estaban a punto de cumplirse dos horas sin que los 'ticos' hubieran cometido la 'osadía' de disparar a puerta en el campeonato cuando un cabezazo de Josué Martínez despertó a los suyos del letargo y a Bolivia de su sueño. Costa Rica descubrió sus posibilidades al contragolpe y los bolivianos toparon con sus limitaciones a la hora de ejercer de protagonistas.
En apenas cinco minutos, el vértigo de Mora y Madrigal en la media y la movilidad de Joel Campbell en la delantera redecoraron el panorama costarricense. Bolivia mientras tanto se movía en un quiero y no puedo. Sin atreverse a definir su apuesta se quedaba a medio camino en cada tentativa y comenzaba a firmar su condición de actor secundario una vez demostrado que el traje de galán de la película le venía grande. Solo Arce lo intentaba con inocentes disparos lejanos.
El paso por los vestuarios consolidó las expectativas del tramo final del primer acto. Los de Ricardo La Volpe entendieron que tenían el reto a su alcance y Joel Campbell decidió que iba a firmar su noche de gloria. El delantero del Puntarenas, con 19 años y tan solo dos internacionalidades a su espalda, se postuló a revelación del torneo con una clase magistral de velocidad, destreza y voluntarismo. Su potencia resultó incontenible para la zaga boliviana con centrales de porcelana. A los 59 minutos, enhebró un pase medido entre una maraña de piernas bolivianas para dejar solo ante el portero a su compañero Guevara que no atinó ante Arias. Pero Josué Martínez llegó al rechace para remachar el primer tanto del partido. La dedicatoria colectiva a su compañero Dennis Marshall, fallecido en accidente de tráfico hace dos semanas, elevó la emotividad costarricense.
Sin freno y cargados de confianza ante un rival abrumado, los de La Volpe incrementaron su ofensiva. Un disparo de Campbell a la cruceta fue el preludio del penalti con el que Costa Rica pudo poner la sentencia. El central Ronald Rivero, ejerciendo de improvisado guardameta, recuperó la suerte de la 'zamorana' y despejó con el brazo un disparo de Mora. El penalti costó la tarjeta roja a Rivero pero Guevara no atinó con la puntilla, ni el disparo, ni en el rechace, ambos repelidos por Arias. Pero en un torneo donde los goles valen oro y cuestan sangre, los costarricenses aprovecharon su superioridad numérica, acentuada con la expulsión de Flores que dejó a los bolivianos con nueve jugadores.
Poca contención para Campbell que puso el colofón a 'su' noche con la firma del gol. Una galopada vertiginosa que culminó con tanta sencillez como precisión. "Dimos un auténtico espectáculo, pudimos meter tres, cuatro, cinco...", remató el delantero ante los micrófonos que lo delataban como el héroe del encuentro.
![Los jugadores de Costa Rica festejan el gol de Joel Campbell, el segundo ante Bolivia, señalando hacia el cielo en honor al fallecido Denis Marshall](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Y4NUECTGIEATIAPZ5JWTLZGWEU.jpg?auth=d23c115ba3d686f9e49e52d762fb198680c448aa47888d76bcd68014d2e581b2&width=414)
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