Lateral con alma de extremo

Hace casi tres años, Natxo González, entrenador del Sant Andreu, observó que su jugador Abraham Minero (Granollers, Barcelona; 1986), que se desempeñaba como extremo en la banda izquierda, podía funcionar a la perfección como lateral. "Pensamos que cambiarle de posición era lo mejor para su futuro debido a que no hay muchos futbolistas que jueguen a gusto ahí", explica el técnico. González comunicó su decisión al futbolista, que aceptó el reto. A partir de entonces, Abraham no ha parado de avanzar. En 2010, fichó por el Barcelona B, donde la temporada pasada jugó 24 partidos, y ahora llega al Zaragoza libre tras acabar su contrato con el filial azulgrana.

"A Natxo González le debo mucho porque apostó por cambiarme de posición y eso me ha hecho crecer. Si ahora tengo la oportunidad de debutar en Primera es, en buena parte, gracias a eso", reconoce el futbolista en una conversación telefónica. González recuerda que Abraham se tomó muy bien la decisión: "Es un chaval muy receptivo. Encajó el cambio estupendamente y se adaptó enseguida a su nuevo puesto". Tanto mejoró en el lateral, que su entrenador le vio enseguida futuro. "Entonces ya dije que acabaría jugando en la máxima categoría", rememora. De su pasado como extremo, Abraham guarda algunas reminiscencias. "Se incorpora mucho y bien al ataque, tiene potencia, una buena zurda y centra a la perfección", explica González. El futbolista apoya la tesis de su exentrenador: "Soy un extremo reconvertido y, seguramente por eso, me gusta mucho correr la banda, subir, centrar... Pero soy consciente de que, para hacer todo eso, primero hay que defender bien".

En Zaragoza no desembarca solo. Le acompaña su amigo Edu Oriol, compañero en el Barça B y en el Sant Andreu, que también ha fichado por el equipo maño. "Llegar a un sitio nuevo con una persona que ya conoces siempre te ayuda. Nos llevamos muy bien y será más fácil adaptarse porque nos podremos apoyar mutuamente", asegura Abraham. Natxo González, que les ha entrenado a los dos en el Sant Andreu, está seguro de que no tardarán en acoplarse a su nuevo equipo: "Van a hacer amigos rápidamente porque son muy extrovertidos". Abraham también llega a la capital aragonesa con un puñado de recuerdos felices de su paso por el Barça. "Ha sido una temporada muy bonita en la que hemos formado un grupo muy unido. He vivido experiencias increíbles, como entrenar con el primer equipo, que es el mejor del mundo, o ser entrenado por Luis Enrique, que transmite tanta fuerza que nos hace cada vez mejores". Él lo tiene claro: mejor como lateral.