Chile sube el listón a la competición

Chile ha sido el mejor equipo de los primeros partidos de la Copa América Argentina 2011. Con un fútbol eléctrico, con toques precisos y agresividad permanente, venció en la noche del lunes en San Juan (oeste de Argentina) por 2 a 1 a México. Tras las decepcionantes actuaciones de los anfitriones, los brasileños y los uruguayos, la roja ofreció ante la tricolor el encuentro más atractivo de un campeonato de momento chato y se ha convertido en el único equipo que ha marcado dos goles.

El buen fútbol no siempre recibe justicia, pero esta vez así ocurrió. A Chile ya no lo dirigía el argentino Marcelo El Loco Bielsa, como cuando en el Mundial de Sudáfrica se metió en los octavos de final con un juego ofensivo, irrespetuoso e intenso. Pero su compatriota Claudio Borghi ha mantenido el estilo y lo así lo demostró desde el primer minuto de su debut en la Copa América 2011. México, en cambio, llevaba las de perder con un plantel sub 22 y sólo cinco futbolistas mayores de esa edad, y después del escándalo con prostitutas de la semana pasada, que se saldó con la expulsión de ocho jugadores de su selección.

Casi todas las 30.000 plazas del estadio Bicentenario de San Juan (oeste de Argentina), el único de los campos que se construyó específicamente para esta Copa América, estaban prácticamente colmado por hinchas chilenos. Para ellos, San Juan está muy cerca, lo mismo que Mendoza, donde la roja disputará los otros dos partidos de la primera fase. Una gran bandera chilena se desplegó en uno de los fondos del estadio, la popular, como le llaman en Argentina. "Esta noche, cueste lo que cueste, tenemos que ganar", entonaban los hinchas chilenos una canción creada por las originales barras argentinas.

Los futbolistas chilenos presionaron desde el inicio a un México que sólo atinaba a defenderse, y lo hacía bien en su área. La roja tocaba tan bien el balón que estaba dio la mejor demostración de fútbol de esta Copa América carente de goles. Es más, Chile se parecía en algo a la selección española de Sudáfrica 2010. Su problema era que le faltaba el gol. Sus mediocampistas Isla, con sus pases acertados, Medel, Vidal y Beausejour imponían un ritmo enloquecedor a la tricolor cuando abrían el juego a las bandas. Matías Fernández, Suazo y Alexis Sánchez, el pretendido por el Barcelona, añadían peligrosidad y muchas veces los jugadores mexicanos debían recurrir a las faltas para frenarlos. Así fue que Reyes y Aquino fueron amonestados.

A los 4 minutos, Sánchez, el mejor jugador del partido, quedó sólo frente a Michel, pero remató desviado. A los 28, Suazo estuvo cerca de convertir tras una confusión de la defensa de México, pero Michel atajó el disparo. A los 30, tras una jugada de toques de medio equipo chileno, Matías Fernández habilitó a Suazo en el área, pero el atacante disparó por encima del larguero.

México parecía desconcertado. Impreciso en sus pases, sólo atinaba a apostar al contragolpe solitario de Giovani dos Santos, que en una oportunidad se excedió en la jugada individual y se olvidó de compartir el balón con el otro atacante, Rafael Márquez Lugo. Pero en el minuto 40, Gio envío una excelente pelota al área, cabeceó Márquez y después el mediocampista Néstor Araujo y llegó el sorpresivo gol ante un portero, Bravo, que estaba mal ubicado. Se cumplió aquella frase que dice que dos cabezazos en el área rival acaban en gol.

Chile perdió el rumbo en los primeros minutos del segundo tiempo. México comenzaba a demostrar que también podía justificar su victoria. Pero finalmente la roja recuperó la brújula y se hizo justicia. A los 21 minutos Paredes, que había ingresado por Beausejour, marcó el empate y seis minutos después, tras un tiro de esquina, Arturo Vidal convirtió el 2 a 1 para locura del público que había cruzado la cordillera de los Andes para alentar a su selección. Sólo sobre el final México se acordó de que podía empatar, pero no le alcanzó.