El legado de Anderson
En 1981, el australiano se convirtió en el primer no europeo en vestirse de amarillo.- Hoy en día, lo extraño es que estos corredores no pisen el podium
El Tour sigue siendo una prueba controlada por los europeos, pero en los últimos 30 años, poco a poco, se van colando protagonistas de fuera. A parte de aventuras esporádicas, la presencia de no europeos explotó en los años 80 y se hizo patente en la quinta etapa de 1981, cuando un australiano, Phil Anderson, se convertía en el primer ciclista que no había nacido en el viejo continente en vestirse de amarillo. "Algunos periódicos australianos mandaron a periodistas que estaban cubriendo Wimbledon para ver que quién era, pero realmente no le dieron importancia al maillot amarillo", comenta Anderson en una entrevista para el Tour.
La hazaña no era menor, sobre todo teniendo en cuenta que Anderson había llegado a Europa en 1979 para preparar los Juegos Olímpicos de Moscú y apartó ese proyecto para hacerse profesional -entonces a la cita olímpica solo podían acudir deportistas no profesionales-. Solo pudo retener un día el jersey de líder de la carrera, pero al año siguiente, repitió. "Quería probar que lo de 1981 no había sido una anécdota", afirma Anderson. En ese año, solo dos no europeos -el propio Anderson y el estadounidense Jonathan Boyer- corrieron el Tour. A partir de 1982, las cifras siempre serán de dos dígitos. El récord se obtuvo en 1986, con 41 participantes, 26 de ellos colombianos, del equipo Café Colombia. A la cabeza de el primer gran grupo de sudamericanos que pedaleó por la carreras galas iba Lucho Herrera el jardinero de Fusagasuga, que sumó tres victorias de etapa y se proclamó otras tantas veces campeón de la montaña. Pero en 1986 se produjo otro hito, mucho más importante, para ciclismo no europeo. Entre los 41 corredores de otros continentes que salieron de Nanterre después del prólogo, estaba Gerg LeMond, que en las dos ediciones anteriores había sido tercero y segundo, siendo el primer no europeo en subirse al podium. El californiano culminó su progresión ese 1986, cuando llegó vestido de amarillo a París. Más tarde ganaría otros dos Tours, en 1989 y 1990.
En 1987 concurrieron 37 ciclistas de fuera de Europa y desde entonces no se han igualado esas cifras, pero en la última década los participantes no europeos se han estabilizado entorno a la veintena, alcanzando un rebrote en 2005 y 2010, cuando empezaron la carrera 27 corredores. Además, en estos 30 años, desde que Anderson se vistiera de amarillo, los ciclistas no europeos han adquirido una importancia capital en la historia de la ronda ciclista más famosa del mundo. El estadounidense Lance Armstrong es el corredor que más veces ha ganado el Tour (7), superando a Hinault, Anquetil, Merckx e Indurain, que tienen cinco. Con esas victorias y las tres de LeMond, Estados Unidos ocupa el cuarto lugar en el palmarés por países, con 10 carreras ganadas, solo superado por España, tercera con 13, Bélgica (18) y Francia (36). Además, desde 1998, solo en 2006 y 2010 se ausentó un no europeo del podium.
Mañana, del paso de Gois -primera etapa del Tour- saldrán 26 corredores nacidos en América, Asia y Oceanía; 10 estadounidenses, seis australianos, cinco kazajos, dos colombianos, un costarricense, un canadiense y un neozelandés. Pero el auge del ciclismo en otros continentes también se observa en la cantidad de equipos que aportan al Tour. Este año, cinco de los 22 equipos no son europeos, los mismos que el año pasado, cuatro estadounidenses (Garmin, Radishack, BMC y HTC) y el Astana que es de Kazajistán. En 2000, solo el US Postal de Armstrong no era Europeo. Hace 30 años, un australiano se vistió de amarillo para sorpresa de todos; hoy lo extraño es que los europeos copen el podium.
Yohann Gène rompe la última frontera
En los 108 años de historia del Tour, los ciclistas que han participado en la ronda han sido sobre todo blancos, con algunas incursiones de japoneses, como Kisso Kawamura, que corrió las ediciones de 1926 y 1927, y ciclistas del norte de África. Pero hasta 2011 jamás había corrido un ciclista negro. Yohann Géne (30 años), nacido en Guadalupe (departamento francés de ultramar), será el primero en tomar la salida de la grande boucle. El ciclista del Europcar participará por tercera vez en una gran vuelta, ya que corrió en los Giros de 2007 y 2009, pero abandonó en ambas ocasiones.
Gène, un gregario cuyo punto fuerte es la velocidad, aterrizó en la metrópoli hace 10 años, cuando se puso en manos de Jean-René Bernaudeau, que sigue siendo su director de equipo. Es profesional desde 2005, pero su primer éxito no llegó hasta 2009, cuando se impuso en la última jornada del exótico Tour Langkawi (Malasia). En 2010, volvió a imponerse en una etapa, esta vez en Gabón. Pero en 2011, está completando su mejor año. En total, ha sumado tres victorias de etapas: dos en Gabón y otra en el Tour de Sudáfrica. El trabajo ha dado sus frutos y a partir de mañana, entrará en la historia del Tour de Francia al romper la última barrera que quedaba en la grand bouclé, la del color.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.