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River se juega la vida

Tras perder en la ida de la promoción 2-0 ante Belgrano, el equipo 'millonario' dirimirá en El Monumental si desciende por primera vez en sus 110 años de historia

La jarana que se montó en los alrededores del Hotel NH City & Tower de la calle Bolívar, en pleno Buenos Aires, fue de arrea. Ahí estaban los aficionados del River Plate soplando sin resuello las trompetas, golpeando con fiereza los bombos y cantando a grito pelado. Toda una fiesta. Pero no era para animar, sino para desvelar y arañar horas de sueño a los jugadores de Belgrano, hospedados en dicho hotel. 300 hinchas millonarios que se desgañitaron al son de: "No vas a dormir, no vas a dormir, no vas a dormir che Belgrano, no vas a dormir". Todo sea para que River no descienda por primera vez en sus laureados 110 años de historia a las catacumbas de Segunda, un castigo que los hinchas de Boca, sus rivales eternos, aguardan impacientes. Las tres camisetas xeneizes de la temporada así lo expresan, siempre con la guasa por delante. "Yo te vi abajo", decía la primera. "Yo te vi jugar la promoción", recordaba la segunda. "Ya no te vi", remataba la tercera, esa que tanto se vio en el estadio de Belgrano. Pero ahora el balón rodará en El Monumental.

Descompuesto River, sin jugadores referencia -más allá del defenestrado Buonanotte, que ni juega porque su mente está en Málaga, su próximo equipo-, con una serie de ocho partidos consecutivos sin conocer la victoria y con el técnico Jota Jota López como gafe -suma tres descensos y acaricia el cuarto-, la hinchada de los Millonarios se aferra a cualquier cosa. Anoche, cerca de 2.000 aficionados se reunieron en el Hindú Club (lugar donde se concentraba el equipo, recordando al plantel exitoso de Ramón Díaz) y acompañaron al River al entrenamiento hasta El Monumental. Otros, sin embargo, empezaron la peregrinación hacia la calle Bolívar, trompetas y bombos en manos, aclarándose la garganta.

Más allá del estruendo, acompañado incluso con pirotecnia en puntuales fases de la noche, no hubo incidente alguno. Algo que preocupa a la policía de Buenos Aires, después de los altercados en el partido de ida, donde cinco hinchas de las Barras Bravas del River salieron al campo y amenazaron a varios jugadores de su equipo. Uno, además, empujó por detrás a Adalberto Román, al tiempo que el futbolista ponía una cara de susto que hablaba por sí sola. El club millonario, por ejemplo, ya ha lanzado un comunicado avisando de las fuertes medidas de seguridad que se instalarán en el estadio. Una medidas que no afectarán al ambiente. En Bolívar hubo 300 aficionados. En El Monumental habrá 40.000. Todos a una. River pende de un hilo; se juega la vida y algo más.

Los aficionados de River, a las puertas de su estadio tras perder en el partido de ida.
Los aficionados de River, a las puertas de su estadio tras perder en el partido de ida.REUTERS

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