Márquez saca tajada
El campeón de 125cc logra su segunda victoria en Moto2 y ataca el liderato de Bradl, que se cayó en una complicada carrera en mojado
Dice que este es un año de aprendizaje. Y como de consejero, protector y maestro tiene a Emilio Alzamora, rechaza echar a volar sus sueños cuando se le pregunta por sumar victorias o, más aún, pensar en el campeonato. Marc Márquez, de 18 años, vigente campeón del mundo de 125cc, se estrenó en la categoría intermedia de desastre en desastre. En su primera carrera, en Catar, le pudo la impaciencia; en Jerez fue borrado de la pista por Cluzel; y en Portugal fue él quien tiró a Redding. Probadas todas las maneras habidas y por haber de sumar un cero, en Francia, la cuarta carrera del año, se apuntó la victoria tras una remontada épica. He vuelto, decía su sonrisa, la de un niño feliz, el mismo que pidió una moto a los reyes magos a los cuatro años de edad, "de esas de gasolina que dan saltos", como las que él veía a menudo en un circuito al lado de casa. Después de otro mal sabor de boca en un fin de semana desastroso en el que dejó hecha añicos su moto durante las vueltas de calentamiento la mañana de la carrera en Silverstone, donde terminó, también, por los suelos, Márquez ha vuelto a ganar.
Lo ha hecho en el circuito de Assen, donde el año pasado empezó a demostrar que iba en serio. Y donde este sábado ha dado un golpe con efecto. Márquez, tan valiente con la pista seca como en mojado, desde la segunda posición de la parrilla, ha entrado en una refriega por subirse al podio tan divertida como peligrosa. Una refriega con el atrevido Kenan Sofouglu y con el fino Bradley Smith. Una refriega en la que no cabían las excusas ni los miedos. Sobre todo el día en que el gran dominador de la categoría, Stefan Bradl, con cuatro victorias, más incómodo se encontraba con su Kalex. No le gusta demasiado la lluvia al alemán, como ya demostró en Jerez, donde cosechó su peor resultado este año, un quinto puesto. En Assen, tras un comienzo tortuoso y después de perder más de una decena de posiciones y el privilegio de salir desde la pole, ha terminado rodando por tierra, como tantos otros, en el momento en que una ligera lluvia volvía a caer sobre la pista, prácticamente seca, a pesar de que en las primeras vueltas sí descargó con ganas.
Ha sido a seis vueltas para el final, cuando Márquez defendía con uñas y dientes el liderato de la prueba, después de marcar una vuelta rápida y adelantar tanto a Sofouglu como a Smith, cuando ha regresado la lluvia, casi imperceptible. Bradl, que empezaba a remontar posiciones muy poco a poco, ha sucumbido ante el asfalto resbaladizo. Poco después lo haría también Takahashi, que se ha colado a rueda de Márquez, y Pol Espargaró, que iniciaba una extraña remontada. Y aquello ha templado los ánimos de los pilotos. De todos menos uno. El talento de Cervera, que ha superado unos problemas con el cambio de marchas como ha podido, ha aprovechado para abrir brecha y ha sacado más de dos segundos a sus compañeros de viaje en Holanda. Ha tenido el valor y la cabeza suficiente para no tentar demasiado a la suerte. Y ha sacado tajada. Ya es el segundo clasificado del Mundial, a 57 puntos de Bradl.
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