El renacer de Sergio García
Después de acceder al torneo desde la ronda previa, el castellonense es séptimo, su mejor resultado en un 'grande' desde 2008
El grande en el que menos se esperaba de Sergio García ha sido el que mejor ha jugado en mucho tiempo. El castellonense accedió al Abierto de Estados Unidos desde un torneo de clasificación de la ronda previa jugado en Memphis. Allí sufrió y sufrió como nunca, como si fuera un novato, hasta ganarse el billete en un desempate entre siete golfistas, la mayoría desconocidos. Pero desde el fango, desde una antesala que no había necesitado nunca en 47 grandes seguidos en su carrera, ha emergido un golfista nuevo, mucho más hambriento. El séptimo puesto de Sergio García en el Abierto estadounidense es su mejor resultado en un grande desde el segundo lugar del Abierto Británico de 2007 y el Campeonato de la PGA de 2008, cuando, en ambas ocasiones, cedió en la lucha por el triunfo ante Padraig Harrington. Desde entonces, El Niño ha jugado 10 grandes más, solo en uno (el Abierto de EEUU de hace dos cursos) había figurado entre los 10 mejores y hasta en dos ocasiones falló el corte. Pero el sufrimiento le he cambiado la cara.
García estuvo consistente con el putt, regular en los cuatro días de competición (con una tarjeta brillante de 69, 71, 69 y 70 golpes, siempre en el par o por debajo), y algunos golpes geniales como el que salvó desde el rough para mandar a la bola a la base de la bandera. "Me he sentido mejor, más calmado. En el último día he tenido problemas con algunos golpes y me ha faltado un poco de confianza, pero he estado bien y debo mirar adelante y seguir mejorando", dijo Sergio a Efe. "En líneas generales, he aguantado. Cuando jugaba la selección en Memphis iba poco a poco, primero a intentar clasificarme y no pensar demasiado por delante. Me hubiera gustado acabar mejor aquí para intentar meterme en el Open Británico. Todavía me queda la semana que viene. Pero si sigo por el camino que voy, me debería meter entre los 50 primeros pronto y con eso se arregla mucho". El séptimo puesto da a García el derecho a participar en el próximo Masters de Augusta y en el próximo Abierto estadounidense. Y le permitirá pegar un buen subidón en la clasificación final, una gozada para el castellonense de cara al acceso al Open Británico, el próximo grande, a mediados de julio en Sandwich (Inglaterra), aunque todavía deberá remar para clasificarse.
Si el US Open fue la confirmación de la genialidad de Rory McIlroy, también puede haber sido el punto de partida para una nueva versión, más consistente, del Niño, que no gana un torneo profesional desde hace mucho: 2008. Eso sí, es el único golfista que ha participado en todos los grandes del siglo XXI, sin perderse ni uno, aunque sea accediendo desde la ronda previa. Y eso que el resultado hubiera sido mejor si hubiera embocado un birdie en el hoyo 17 y un último putt en el 18 (hizo bogey). La bola, a dos metros, se quedó a un pulgar de entrar. El fallo acompaña demasiado al español en los hoyos finales, como si en ocasiones le fallara la concentración o el pulso para abrochar una buena tarjeta. Pero este séptimo puesto debería darle alas para volver a lo más alto.
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