Leipheimer gana en el último suspiro

Levi Leipheimer ha conseguido darle la vuelta a la general en la novena y última etapa de la Vuelta a Suiza -una contrarreloj de 32,1 kilómetros-, en la que partía con 1m 59s de desventaja ante el que era hasta hoy el líder de la general, el italiano Damiano Cunego, quien había logrado el liderato con su victoria en Grindenwald, en la segunda etapa de montaña, el lunes pasado. El estadounidense, mejor en la lucha contra el crono, ha logrado borrar la diferencia en un final agónico, que le ha dado el último maillot amarillo por apenas cuatro segundos y, con él, su primera Vuelta a Suiza. Como en la reciente Dauphiné, en la que Bradley Wiggins hizo valer su condición de mejor rodador sobre los escaladores, la contrarreloj ha tenido más valor que la montaña para decidir el ganador. La caída el jueves de Mauricio Soler, el mejor escalador de la ronda, que aún permanece en coma farmacológico en un hospital de Saint Gallen, también ha influido en el desenlace final.

"Cuando hice la última curva y escuché el griterío me di cuenta de que iba a ser un final muy ajustado", ha explicado Leipheimer a la conclusión. El campeón, que tomó la salida antes que Cunego, se pasó los últimos minutos en la línea de meta, visiblemente nervioso, esperando la llegada de su contrincante, mientras el reloj añadía segundos que caían a su favor.

Las referencias parciales ya avisaban de lo reñido que iba a ser el final. A falta de nueve kilómetros, a Cunego a penas le quedaba medio minutos de distancia por defender. Pero el impulso de vestir de amarillo desde la tercera jornada no ha sido suficiente para el italiano, que ha terminado pagando sus carencias en la especialidad.

Por el contrario, el veterano Leipheimer (37 años) siempre estuvo cerca del mejor tiempo del día, que registró Fabian Cancellara (41m 1s), por los 41m 14s del estadounidense, tercero en la etapa. Suficiente para que el corredor del equipo RadioShack haya desbancado a Cunego de lo más alto del podio.