Bradl, contra los elementos

No le importa que salga el sol o caigan chuzos de punta, que el asfalto abrase los neumáticos de su Kalex o el frío entumezca sus huesos. Stefan Bradl deslumbra en todas las condiciones imaginables y en cada circuito, con su trazada limpia, su gesto agradecido, afable y feliz porque hay pocos pilotos en la pista que le pongan nervioso. En Silverstone, con apenas 11 grados de temperatura y bajo la incesante lluvia, Bradl se subió al trono, por cuarta vez en seis carreras, tras una lucha contra los elementos.

Por primera vez este curso, Marc Márquez le había arrebatado la pole para salir desde la primera posición de la parrilla, pero aquello, tras la caída del español durante los entrenamientos matinales, no complicó demasiado las cosas al alemán. Márquez voló y su Suter se dió un paseo por el circuito hasta estamparse contra las protecciones: quedó destrozada, el chasis partido, el motor roto. El equipo tuvo que montarle una moto totalmente nueva para la carrera.

Lo logró a tiempo, con la ayuda de algún mecánico del equipo vecino NGM Forward y de los técnicos de la fábrica Suter, que le proporciona la máquina. Pero, aunque ella lucía magnífica, de tan nueva como estaba y sin tiempo para probarla, no había manera de hacerla entrar en las curvas dulcemente. Así que Márquez, que logró la gesta en Portugal el año pasado en condiciones similares, no pudo emular la jugada esta vez. Empezó a perder posiciones desde la salida y volvió a caer cuando rodaba en la 11ª posición, en la séptima vuelta.

Fue también en esa vuelta, unas curvas antes, cuando se fue al suelo Mattia Pasini. El italiano, que había salido desde la 22ª posición, firmaba una remontada espectacular. Alcanzó pronto a Bradl -que apenas había tenido que pelearse con Scott Redding en las primeras curvas-, le adelantó en el sexto giro, al tiempo que firmaba la vuelta rápida hasta entonces; pero unos minutos más tarde se iba al suelo. Bradl, mucho más listo, trataba de evitar las situaciones arriesgadas. No entró en peleas absurdas. Y tuvo suficiente con salvar un par de sustos a lomos de su moto, que se le escurría de detrás y le obligó a bailar un twist en determinados momentos de la carrera, la última vez a escasas cinco vueltas para el final.

Por suerte, por entonces el alemán ya había ganado suficiente margen respecto de sus seguidores, en aquel momento Bradley Smith, quien sí culminó su remontada, después de partir 28º y tras la caída de Sofouglu a siete vueltas del final. Completó el podio el italiano Pirro en una carrera pasada por agua en la que hubo hasta 13 abandonos y una caída más, la del turco, que perdió el podio pero pudo reincorporarse a pista y finalizó octavo. Si bien, el mundial tiene un único protagonista. Se llama Stefan Bradl, es de maneras exquisitas, fue campeón del Campeonato de España de Velocidad en 2007 en l25cc, debutó al año siguiente en el mundial, con 18 años y ganó dos carreras; el curso pasado se estrenó en Moto2 con una victoria en Portugal; y este va directo al título: lleva en solo seis pruebas 62 puntos de ventaja al segundo clasificado, Simone Corsi.