El niño maravilla
El chileno Alexis Sánchez ha completado un curso magnífico con el Udinese y es pretendido por los grandes de Europa
El desierto de Atacama, en Chile, es lo más parecido que hay a la luna sobre la faz de la tierra. En este territorio sudamericano de extrema aridez nació futbolísticamente Alexis Sánchez (Tocopilla, Chile; 1988), delantero del Udinese por el que suspira media Europa futbolística.
Si hay algo que marca la carrera deportiva de este atacante es, sin lugar a dudas, su precocidad. Con tan solo 16 años, el 12 de febrero de 2005, debutó con el primer equipo del Cobreloa, la entidad futbolística del desierto de Atacama que lo fichó siendo cadete del equipo de su pueblo, Tocopilla, donde siempre vuelve para estar con los suyos. El técnico Nelson Acosta no tuvo reparos en hacerlo pasar a la historia al ser el futbolista más joven en debutar en la Liga chilena. Un dato que no pasó desapercibido al ojeador que tiene en Chile el Udinese, entidad con ojeadores en medio mundo y de una política que le hace arriesgar en la contratación de futbolistas emergentes. Así que, a mitad del curso de 2005, el club italiano pagó unos 750.000 euros para hacerse con la propiedad del delantero chileno.
El Udinese le dejó concluir el curso en el Cobreloa y le curtió al curso siguiente en el Colo-Colo. "Me llamó Claudio Borghi. No sabía quién era. Me dijo que era el entrenador del Colo-Colo y que me quería fichar. Agarré un avión y me marché a Santiago. Al llegar, lo primero que me dieron fueron unas galletas", afirma el propio Alexis Sánchez en el documental Nacidos para Ganar, del Canal 13 chileno. En Colo-Colo, el apodado niño maravilla no defraudó. Ganó el Clausura 2006 y el Apertura 2007, y su fútbol, trepidante y eléctrico, tanto por banda como por terrenos interiores, evolucionó a pasos agigantados. Tanto, que jugó el Mundial Sub 20 en Canadá 2007 -donde emerge una generación de futbolistas sugerentes, con Medel, Vidal, Medina, Larrondo, Vidangossy- y debutó con la selección chilena absoluta. Tras eso, Alexis (de familia muy humilde y sin relación con el padre, con el que nunca vivió), emprendió una nueva etapa futbolística en un grande de Argentina, River Plate. Allí apenas jugó seis partidos en el Apertura 2007 debido a una lesión de ligamentos en su rodilla, producto de una entrada de un rival. Pero regresó con fuerza para el Clausura 2008, donde River obtuvo el título y donde acumuló 17 encuentros y dos tantos. Udinese, entonces, decide que es el momento de dar el salto al fútbol italiano.
Aunque le costó adaptarse a Italia, la evolución de Alexis habla por sí sola. En la primera temporada, jugó 42 partidos y marcó tres goles. En la segunda, 36 encuentros y seis goles. Y en la tercera, recién finalizada, ha brillado con 12 dianas en 30 duelos. "Su rendimiento en esta última temporada ha sido impresionante. A su fútbol explosivo y su desborde, ha añadido dos cuestiones básicas que le hacen ser una figura: el gol y la inteligencia táctica, algo que le había faltado en anteriores etapas", indica Víctor Orta, secretario técnico del Sevilla y buen conocedor del futbolista, al que siguió, junto a Gary Medel, en el Sudamericano Sub 20 de Paraguay 2007.
La mejoría en el apartado táctico, una de sus carencias futbolísticas primigenias, le ha llegado gracias a la aportación de Marcelo Bielsa con Chile y de Francesco Guidolin, su técnico la última campaña en el Udinese. Ambos han sabido pulir a un diamante que el pasado 27 de febrero, por ejemplo, anotó cuatro de los siete goles que el equipo friuliano le hizo al Palermo. Y se ha convertido en el puntal de una escuadra que se ha metido en Liga de Campeones por delante del Juventus, Lazio, Roma y Fiorentina. Guidolin, por ejemplo, lo ha acomodado bien a la posición de media punta. "Es un niño que depende de su maduración como persona y de mejorar en el aspecto táctico para jugar con más asiduidad", afirmaba Guidolin en el pasado mes de octubre, cuando Alexis achaba las exigencias físicas del Mundial de Sudáfrica.
Ahora, la familia Pozzo, propietaria del club italiano, está dispuesta a que Alexis Sánchez sea el futbolista mejor pagado del plantel, a razón de 2,5 millones de euros limpios por año. Mientras, el propio Guidolin suspira por su permanencia. "Quiero que se quede; es un jugador muy importante para nosotros, para nuestro proyecto deportivo", afirmó el técnico a la conclusión del último partido de Liga ante el Milan. "Quiero ser uno de los mejores del mundo", respondió Alexis Sánchez, quizá con la idea de ir a un grande. El hijo del desierto, natural de Tocopilla, tierra de cobre y pesca, de paisajes desolados, parece estar cerca de cumplir su sueño.
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