Del Potro toma aire
El partido entre el argentino y Djokovic, suspendido con empate por falta de luz
Novak Djokovic y Juan Martín del Potro dejan el encuentro igualados en el resultado (6-3 y 3-6), escudándose en la falta de luz y con un maratón por delante. Quien gane su partido de tercera ronda deberá competir tres días seguidos para llegar a cuartos. Antes, sin embargo, se habrá quedado en el camino un competidor tremendo. Sobre la Suzanne Lenglen, rodeada por los abucheos del gentío que se quedó sin sitio, se vivió un pulso para fuertes, que dejó todo por decidir y, probablemente, despidió feliz a Del Potro. El argentino, aún limitado físicamente, consiguió igualar un marcador que le era contrario; jugará ahora un partido a tres sets en lugar de uno a cinco; y tendrá tiempo para descansar, y ordenar su servicio, que le dio más de un disgusto.
"¡Saque! ¡La reconcha de tu madre!", se quejaba el exnúmero cuatro mientras iba desgranando un juego tras otro con el mínimo argumento de su segundo saque. A su rescate vinieron algunas gargantas argentinas, atrevidos espectadores en una noche fría ("¡Vamos Delpo, carajo!") y una panoplia de brutales derechas, que surcaron la arena igual que el fuego quema el trigo. El número 26 sigue teniendo un martillo en los golpes de fondo, pero aún le falta movilidad lateral. Por ahí le atacó Djokovic, hiriente como siempre, aunque un punto desenfocado por la entidad del rival y las peculiaridades del ambiente.
Nunca pasó el serbio, que utiliza lentillas, por un tenista con buena vista. Enfrentado a la luz menguante y al frío parisino, el número dos, que juega en Roland Garros para ganar el título y ser el número uno, tuvo algún error más de los que ha ido firmando a través de seis meses gloriosos, que le dejaron con 41 victorias y ninguna derrota. El sábado deberá volver a la pista para defender tamaña racha. No lo tendrá sencillo. Le esperan un Del Potro descansado y su afilada guadaña.
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