El luto de Razzano
Pese al fallecimiento de su prometido hace una semana, la francesa juega y cae en París
Los jugadores franceses compiten con un crespón negro: ha muerto Stephane Vidal, ex jugador de 32 años, víctima de un tumor cerebral. Virgine Razzano, su prometida, asiste emocionada a los homenajes tan solo una semana después de sufrir esa dolorosa pérdida. Besa los colgantes de su cuello. Mira a la grada y se ve arropada por Forget y Escudé, los capitanes franceses de la Copa Davis y la Copa Federación. Mira al público y escucha gritos de ánimo. Sabe que Alizé Cornet le ha dedicado su victoria de primera ronda. Lucha: luciendo también un crespón negro en el pecho, la jugadora francesa decide que el mejor homenaje para Vidal es competir, y esta mañana se lanza a disputar la primera ronda de Roland Garros, que finalmente ha perdido 6-3 y 6-1 ante Jarmila Gajdosova
"Hace unos días, le pregunté: '¿Quieres que juegue Roland Garros?", le contó Razzano, número 93 del mundo, a L'Equipe. "Sí, debes hacerlo', me contestó. Su intención es que siga con mi vida, que juegue por él, que sea fuerte y luche".
Fue un partido de corazones dañados. Razzano, que se acabó despidiendo desde el centro de la pista, aplaudida a rabiar, igual que si hubiera ganado, había perdido a su pareja. Gajdosova, su rival, no lucía un crespón negro, pero llevaba meses defendiéndose en twitter, diciendo que su boda había sido por amor, que solo los sentimientos, y no la búsqueda de un pasaporte australiano, le habían llevado hasta el matrimonio. La tenista se divorció hace unas semanas. Ha vuelto a utilizar su apellido de soltera, abandonando el Groth que la acompañó entre 2009 y 2011. Eslovaca de nacimiento, vive constantemente atacada por los que consideran su matrimonio una farsa, y tan dolorida como para defenderse a través de las redes sociales.
En la pista no necesitó más argumentos que los de su raqueta. Ella vestía casi completamente de negro. Razzano llevaba el luto por dentro.