Emery cumple lo prometido

El Valencia cumplió con lo pactado. A su vibrante primera parte respondió el Espanyol con más intensidad en la segunda. En un empate más satisfactorio para los valencianos, en su objetivo de ser terceros, que para los periquitos, aunque después de las derrotas de Athletic, Atlético, y Sevilla, la Liga Europa está un punto más cerca para los de Pochettino.

Casi confirmado el tercer puesto, el péndulo sobre la continuidad o no del entrenador sigue batiendo. A la espera de que el presidente, el único con potestad para ello, dicte sentencia. A favor, la estabilidad que le ha dado Unai Emery a la parcela deportiva, asegurando la presencia en el segundo escalón de la Liga a pesar de los traspasos de Albiol, Villa, Silva y Marchena; en contra, la fragilidad ante los rivales más fuertes y en los torneos más cortos.

El esqueleto defensivo del Espanyol ha penado desde el instante en que el club traspasó a dos de sus defensas titulares, Víctor Ruiz y Dídac, en el mercado invernal, con destino al calcio. Sin encontrar sustitutos de garantías, el conjunto de Pochettino ha ido alejándose inexorablemente de Europa. Raúl Rodríguez, joven central de la cantera, se enredó con el balón y Soldado solo hubo de apuntar a Kameni y cruzar la pelota, el decimoséptimo tanto del punta valenciano, imparable en este último tercio del campeonato.

El Valencia jugó sin presión, pero con ganas de gustar y de divertirse. Animado por el fino pase de Banega, el regate seco de Joaquín, la clase de Mata y la potencia de Soldado. Un ataque geométrico y constante que certificó Mata al rematar desde la línea de gol un centro desde la derecha de Bruno tras una elaborada combinación. Tras firmar ocho goles y 11 asistencias, Mata atrae el lógico interés de la Liga inglesa, la única con músculo económico para ficharlo. Antes, la pillería de Luis García le había dado el empate al Espanyol. Sacó rápido una falta hacia Osvaldo, que aprovechó el despiste de David Navarro. Osvaldo esperó a que llegaran los dos centrales valencianistas ?Navarro y Dealbert?, los regateó y batió a César por arriba. El duodécimo tanto del delantero argentino.

Luis García acarició el empate en un empalme cruzado antes de que Soldado desperdiciara un majestuoso centro desde la izquierda de Mata. La segunda parte resultó más igualada, igualmente viva, más agresivo el Espanyol y más replegado el Valencia, esperando la contra. Muy bien dirigido, eso sí, por el inefable Ever Banega, mediocentro tan odiado por su indisciplina e inconsistencia como necesitado por su fabulosa técnica. En Cornellà firmó uno de sus mejores encuentros, enchufado desde el primer minuto al último.

El Espanyol no se dio por vencido, sino que percutió por la derecha. Luis García recortó con suma facilidad a Mathieu y su disparo con la izquierda lo repelió al centro César. Galán, que había acompañado el ataque, remachó a gol. Las defensas se vaciaron y ambos equipos buscaron abiertamente la victoria, en un cuarto de hora final de costa a costa. Joaquín rozó el gol del año en un eslalon sin premio. Su equipo se quedó otro año moderadamente satisfecho. El péndulo sigue batiendo.

Espanyol 2 - Valencia 2