Garrido: "Ha sido el primer paso para terminar ganando títulos"

El Madrigal creyó que la gesta era posible. En perfecto idilio y sintonía con el equipo, apoyó incondicionalmente y sin desánimo desde el inicio del choque. Pasara lo que pasara, no cabían reproches. El comienzo del Villarreal fue esperanzador. El esférico circulaba rápido de amarillo a amarillo. El Oporto, valiente, perseguía sombras a pesar de la presión adelantada que, al igual que en Do Dragao, efectuó anoche. Los portugueses no llegaban a tiempo. Siempre recibía con ventaja un jugador castellonense. El Villarreal generaba ocasiones y su primer gol tardó en llegar un cuarto de hora. Lo había merecido antes y mereció acercarse a la proeza después en una primera media hora para recordar. Por escasos detalles no llegaba un nuevo gol. "Hemos hecho un gran partido y hemos merecido obtener un mejor resultado", consideró Juan Carlos Garrido, el entrenador del Villarreal.

Por un accidente, obtuvo un premio inmerecido el Oporto. Hulk trazó una diagonal y su disparo, sin mucho peligro, rebotó en Musacchio y despistó a Diego López. "Cuando merecíamos ir ganando por dos goles, hemos tenido mala fortuna con el primer gol de ellos", dijo Garrido. Una fatalidad obligaba al milagro. A los dos minutos de la segunda mitad, Falcao, otra vez el colombiano, 16 goles en 13 partidos en la Liga Europa, adelantó a los portugueses. Adiós a Dublín. "Para ganar títulos hay que estar muchos años en las grandes competiciones. Es el primer paso para conseguirlo en años posteriores", razonó Garrido.

Al final, quedó, al menos, el consuelo de una victoria ante un excelente Oporto, que disputará la final contra el Sporting de Braga, que eliminó al Benfica. "Ha sido la derrota más sabrosa", reconoció Villas-Boas, su joven técnico, que, al final, se expresó en castellano para mostrar su disconformidad con las palabras de Garrido en la previa: "Lo dicho por Garrido ha hecho mucho daño a una gran institución como el Oporto debido a que ha creído la mentira de un periódico deportivo (este denunció que el colegiado de la ida cenó con directivos del Oporto después del partido)". Garrido no estuvo de acuerdo con lo dicho por su homólogo. "Yo opiné sobre una noticia aparecida. No lo dije yo, sino que expresé que me parecía mal si así hubiese sido". Los jugadores de Villas-Boas celebraron su pase a la final y la eliminación de su rival lisboeta.

Y la afición de El Madrigal terminó coreando a su Villarreal en agradecimiento el gran curso en Europa y por haberle hecho soñar. Los jugadores tuvieron que saludar complacidos del acto de fidelidad de su parroquia. "Es el día en que ha habido una gran comunión con la afición. Es importante de cara al futuro para hacer un club grande", concluyó Garrido.