Del Potro puede con todo
El argentino, dolorido en una pierna, supera a Youzhny y avanza hacia Nadal
La imagen es lastimosa. Tumbado sobre una toalla, Juan Martín del Potro cierra los ojos. Ocurre en la Caja Mágica del torneo de Madrid, y el dolor debe ser importante: si no, no se entiende que el juez de silla le permita detener el encuentro con dos bolas de break en contra (6-1, 1-2 y 15-40 ante el ruso Youzhny). Delpo, campeón el domingo en el torneo de Estoril, donde abrumó a Fernando Verdasco ("pegaba tan fuerte la derecha que no había quien le devolviera los tiros", cuentan quienes vivieron en directo el partido), se duele de la pierna izquierda. El fisioterapeuta se aplica con saña mientras él gruñe. El argentino, de 22 años, vuelve a la pista y concede la rotura con un tiro desesperado. Del Potro, sin embargo, es mucho Del Potro: con una pierna gana 6-1, 3-6 y 6-3 el partido y se cita en segunda ronda con el croata Marin Cilic. Si gana, jugará contra el vencedor del Rafael Nadal-Marcos Baghdatis, que se jugará mañana.
El número 32, que llegó a ser el cuatro hasta que una lesión de muñeca se interpuso en su camino, se pudo despedir de Madrid a la primera. Al final, sin embargo, impuso su tenis de golpetazo y tentetieso, potenciado por la altura de la capital, que hace incontrolables sus tiros.
El argentino arrancó el curso más allá del 400 del mundo. Su tenis le devolverá pronto un lugar entre los mejores. Desde su vuelta a la actividad, que estuvo precedida de multitud de rumores sobre su fortaleza mental y física, ha ganado un título sobre cemento (Delray Beach) y otro sobre tierra (Estoril), señal de que su recuperación va por buen camino. Nadal, si ambos ganan su partido de segunda ronda, medirá su estado de forma. El examen consiste en responder a una pregunta: ¿Cuánto supera al Delpo de hoy del de 2009, campeón del Abierto de Estados Unidos?
"Pero primero", dijo el argentino; "tengo que consultar con el doctor y preguntarle si es seguro jugar. Debo ser cuidadoso con respecto a mi futuro. Mi primera meta es estar sano. No quiero arriesgarme a no poder jugar Roland Garros"
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