El Getafe se soma al abismo
Míchel ve calidad en los azulones para eludir el descenso pese al revés ante el Villarreal
Justo de fuerzas y bajo de ánimo tras el golpe en Oporto (5-1), al Villarreal le apareció el carácter para levantar un partido, con Cani y Rossi de estiletes, que el Getafe iba ganando en un primer acto pulcro y de buena letra. Retórico en el despliegue, al conjunto de Míchel le faltó la competitividad de los equipos angustiados. El Getafe no está hecho para tales menesteres y le tocará sufrir hasta el final para no perder la categoría. Al Villarreal, falto de frescura, le alcanzó con escasos momentos de inspiración y pasión para lograr una victoria que le deja a las puertas de la Champions.
Con buena cara y cierta apariencia, el Villarreal pudo adelantarse en el marcador nada más comenzar el partido tras un despiste defensivo del Getafe que a punto estuvo de aprovechar Nilmar. El Getafe no se dejó intimidar. Se asentó en el terreno de juego el conjunto madrileño, que respondió al Villarreal con sus mismos argumentos: el esférico, las posesiones largas, la paciencia. Paulatinamente, fue ganando espacio y presencia el equipo de Míchel, sin desesperarse. Nada hacía presagiar la angustiosa situación de los azulones. Se defendía con orden, atacaba con criterio. Se adelantó con un lanzamiento lejano de Pedro Ríos.
VILLARREAL 2 - GETAFE 1
Villarreal: Diego López, Mario, Musacchio, Kiko (Marco Ruben, m.69), Capdevila, Bruno, Borja Valero, Cani (Catalá, m.76), Cazorla (Wakaso, m.80), Nilmar y Rossi.
Getafe: Ustari, Miguel Torres, Marcano, Cata Díaz, Mané, Parejo, Casquero ( Boateng, m.67), Pedro Ríos, Víctor Sánchez (Colunga, m.76), Sardinero (Arizmendi, m.70) y Miku.
Goles: 0-1, m.31: Pedro Ríos. 1-1, m.60: Cani. 2-1, m.74: Rossi.
Árbitro: Clos Gómez (Aragonés). Mosttó tarjeta amarilla a los locales Mario Gaspar, Joan Capdevila y Wakaso y a los visitantes Mané, Miku, Casquero y Boateng.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 34 del campeonato nacional del liga, con 16.000 espectadores en las gradas de El Madrigal.
El Getafe puso en evidencia que su clasificación no va acorde con su fútbol y que el Villarreal se encuentra sin ritmo y justo de fuerzas en un final de curso que se le está haciendo largo. Los locales tocaron a rebato en el segundo periodo. Avisó una y otra vez de que no iba a rendirse con facilidad. Había demasiado en juego. Retrocedió el Getafe, perdió de vista la pelota, se puso nervioso. Y no atendió en un lanzamiento de falta que el Villarreal sacó rápidamente hacia Cani y que el aragonés trasformó en el empate. Nació otro encuentro. Despertó el Villarreal. Y apareció Rossi para levantar un partido en dos momentos de inspiración y a base de carácter. El que le falta al Getafe.
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