Bradl aguanta lo que le echen

Tiene aplomo Stefan Bradl. Se ha adjudicado las tres pole position de la temporada y dos de las tres victorias de este 2011. Ha demostrado que sabe sacarle rendimiento a su Kalex a una vuelta, pero que también es capaz de soportar la presión de liderar una carrera y de mantener la concentración desde la salida a la bandera a cuadros; así como que no rehuye la batalla cuerpo a cuerpo. Este alemán de 21 años se llevó el triunfo en el gran premio de Portugal con constancia y entereza. Salió bien, abrió una ligera ventaja con sus perseguidores, de poco más de medio segundo durante prácticamente toda la prueba. Y andaba a lo suyo, centrado, fino, a la cabeza del pelotón, mientras por detrás iban sucediéndose las sorpresas.

La primera, la de un Marc Márquez que fue esta vez quien cometió el error, entró muy pasado a una curva a la izquierda, no controlaba su moto, y quiso encontrar un hueco donde no lo había, entre Scott Redding y Dominique Aegerter. Se llevó por delante al inglés, que rodaba el séptimo, como había hecho con él Jules Cluzel en Jerez. Esta vez volvieron los dos a pista, pero de poco les sirvió. Terminaron en el puesto 21 (Márquez) y el 25(Redding), un mal resultado para dos talentos así, los más jóvenes de la parrilla, por otro lado.

La otra sorpresa, o no tanto, fue el espectáculo protagonizado por Andrea Iannone, un tipo aficionado a las remontadas, a las carreras épicas. Terminó en un segundo puesto en Catar después de clasificarse el 16º; ganó en Jerez tras salir desde la 11ª posición de la parrilla; y ayer andaba camino de hacer lo propio desde la 14ª plaza. Agresivo, gran frenador, con una moto que dejó clavado a Simón, a quien superó en velocidad punta, en plena recta, y que le llevó a la cabeza de la carrera.

A cinco vueltas del final había tres pilotos concentrados en tres escasas décimas. Tres pilotos luchando por la victoria y rezando por no perder el podio. Uno de ellos no llegó. Y fue Iannone, el más imprudente, quizá. Por algo lleva como sobrenombre "crazy" (loco, en ingles) en su mono de cuero. Se cayó después de adelantar a Bradl por segunda vez. Andaba demasiado al límite. Y pagó penitencia en plena curva. Perdió el control de su moto. Volvió a pista y finalmente terminó 13º, lo que le permite conservar la segunda posición de la clasificación general.

Bradl tuvo que aguantar las acometidas finales de Julián Simón, que lo intentó todo en la última vuelta. Se subió al podio por primera vez este año. Y a ambos los acompañó, en la tercera plaza, Yuki Takahashi, que dedicó el podio a su hermano pequeño, fallecido esta misma semana en un accidente de tráfico.