"Las referencias del club han cambiado y eso puede marcar mi futuro"
"Hace ya cuatro años. ¡Cómo pasa el tiempo!", exclama Andrés Guardado (Jalisco, México; 1986) cuando recuerda su llegada al Deportivo. Iba camino de Holanda porque el PSV Eindhoven tenía apalabrado un acuerdo con el Atlas mexicano para hacerse con sus servicios, los del Principito, un zurdo que tenía 20 años, que ya había jugado un Mundial y por el que su club había desechado meses antes una oferta del Real Madrid, que quería foguearlo en el Castilla. Pero Lendoiro se adelantó a los holandeses para cerrar un acuerdo. "Firmé por cinco años y ya solo queda uno para acabar el contrato. Lo que se veía tan lejano ya está a la vuelta de la esquina", reflexiona Guardado, buen conversador, con trazas de madurez.
P. ¿Es el momento de tomar decisiones sobre su futuro?
R. Primero quiero estar concentrado en el equipo porque nos estamos jugando la vida. Luego sí será momento de decidir qué es mejor, si quedarse en el Deportivo o no. Quiero estar seis años en Europa, por lo menos. Luego, el fútbol aquí es muy exigente e igual ya tengo menos oportunidades, pero ahora mismo tengo fe y objetivos.
P. ¿Sus objetivos están por encima de los del Deportivo?
R. Las referencias del club han cambiado y eso marca a la hora de decidir el futuro. Pones en una balanza lo que tienes ahora y lo que puedes tener, pero el Dépor me ha dado muchas cosas. He sufrido muchas lesiones y siguen confiando en mí y haciendo ver que soy importante. Pero para tomar decisiones hay que conocer cuáles son los objetivos futuros del equipo. No me puedo cerrar puertas, pero hay que ver bien las cosas, si me voy hay que tener claro dónde voy a vivir, quién va estar allí, el idioma... Lo ideal es jugar en un sitio en el que te sientas cómodo a nivel personal y que en lo profesional me ofrezca competir por grandes objetivos, pero el que tengo ahora es que el Deportivo se quede en Primera.
P. ¿Qué le ha dado Europa?
R. Mucho. Llegué muy joven, con apenas 20 años. Igual el objetivo que tenía a nivel personal no se ha acabado de cumplir porque las lesiones me han perjudicado muchísimo, pero la experiencia me ha hecho madurar. He crecido mucho como futbolista porque he aprendido a pensar diferente, a manejarme en momentos difíciles con mucha presión y en una Liga muy competitiva. Era un gran reto para mí ganar un nombre en otro fútbol y poner el nombre de México en lo más alto. No somos muchos los jugadores que venimos y en México se valora que haya futbolistas en el extranjero.
P. Sin embargo no acaban de dar el salto muchos jugadores, ¿siente que no se les acaba de valorar, que se conoce poco el fútbol de su país?
R. Es cierto, hay desconocimiento y un estereotipo que no es correcto. Es un fútbol que se juega a un ritmo menor, pero es por el tipo de canchas con el césped más alto y por el clima. Hay muchos jugadores rápidos, verticales y con atrevimiento. Pero no se conocen.
P. ¿Tiene voluntad por salir al exterior el futbolista mexicano? Juega en una competición de un cierto nivel y los salarios con bastante buenos...
R. Quizás hasta ahora no, pero estoy en contacto con muchos jóvenes tanto de la selección como de Atlas y ahora reina la ambición por salir.
P. ¿Al margen del dinero?
R. Sí, por el reto deportivo. Desgraciadamente, en México, cuando llegas a una cierta edad y un grado de reconocimiento, te acomodas. Con 27 ó 28 años ya estás consagrado, tienes una jerarquía y ganas un dinero respetable. Es posible que tengas familia con niños y ya no apetece tanto irte del país. Cuando eres joven, todo es más sencillo, pero volvemos a lo mismo: a muchos ni se les conoce, no hay equipos que se fijen en ellos.
P. En general, en España se mira poco a México. Y no hablo sólo de fútbol.
R. Estoy de acuerdo. Por eso para mí era tan importante llegar aquí y demostrar que puedo estar al máximo nivel en Europa. México se conoce poco en España. Llegan casi siempre las malas noticias, los secuestros, el narcotráfico, la delincuencia... Y hay más cosas. Somos un país muy rico en cultura, con una gastronomía magnífica y recursos turísticos que lo hacen grande como país.
P. ¿Cómo es Jalisco?
R. No me atrevería a decir que es la cuna de México, pero sí de lo más representativo del país. En Jalisco nació el tequila y los mariachis. Guadalajara es una ciudad muy bonita y tradicional, un buen lugar para vivir aunque ha crecido mucho.
P. ¿Tiene añoranza?
R. Claro, pero extraño comida, amigos, familia y poco más. Para mí A Coruña no es solo un lugar para trabajar. Me ocurre que estoy en México de vacaciones y cuando llevo un tiempo allá me dan ganas de venirme. La tranquilidad que tengo aquí no se paga con nada. En México me resulta complicado ir a un restaurante o al cine. No es que no quiera convivir con la gente, pero a veces quieres estar con tu gente y no puedes. Pero adoro mi país. Volveré seguro.
P. Allí es una celebridad. Ha firmado contratos para hacer publicidad de todo tipo, con multinacionales de refrescos, telefonía o videojuegos, entre otras. ¿Tiene talento para transmitir o un buen representante?
R. (Risas) Hay que darle el mérito también a mi representante. Cuando firmé por esas marcas fue porque me vinieron a buscar y es un orgullo. No es fácil que te vean como alguien interesante para promocionar y ser la imagen de un producto. Y es una faceta de mi trabajo que me gusta y disfruto. Grabar los anuncios se hace un poco pesado, pero ver el resultado y sentir los comentarios de la gente me agrada mucho.
P. ¿Es México un país futbolero?
R. Sí, mucho. Es el deporte rey. Somos buenos en boxeo y en marcha atlética, pero nueve de cada 10 niños quieren ser futbolistas. Hay buena cantera.
P. Usted debutó en Primera con 18 años, ¿es lo común?
R. No siempre. Tuve suerte porque la Federación Mexicana de Fútbol impuso una regla que obligaba a los equipos a alinear a dos jugadores de menos de 21 años. Debuté con Atlas, pero en poco tiempo ya no jugaba por cumplir la normativa sino porque se daban cuenta de que podía ayudar. Y así llegué a la selección.
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