"Mi único guion es salir a ganar"

A Rafael Nadal no le gustan los elogios gratuitos. Es un trabajador, un luchador, un tenista que se ha hecho a base de esfuerzo y de disciplina y le molesta escuchar lo que todo el mundo comenta: que su acceso a la final y, probablemente, al título es solo cuestión de días. Ayer se clasificó para las semifinales del Open Banc Sabadell-Trofeo Godó de Barcelona, tras superar al francés Gael Monfils por un doble 6-2 y hoy afrontará la penúltima ronda ante el desconocido croata Ivan Dodig, 56º mundial. David Ferrer, candidato a disputarle la final, superó a Jurgen Melzer por 6-3, 6-3 y jugará contra Nicolás Almagro.

Cuando llega la tierra batida, la figura de Rafael Nadal se agiganta de tal forma que produce un ascendente muchas veces insuperable para todos sus rivales. Así ocurrió en Montecarlo y así está volviendo a suceder en Barcelona, donde hasta ahora ha cedido solo 10 juegos. Ayer, el mallorquín se enfrentó al noveno jugador de la clasificación mundial, un tenista que disputó las semifinales de Roland Garros en 2008 y que el año pasado llegó a los cuartos de final del Open de Estados Unidos. Un hombre con experiencia y con clase. Pero Monfils solo aguantó la embestida de Nadal en los primeros juegos. Después se fue fundiendo hasta verse obligado a cambiar sus esquemas habituales de juego para intentar sorprender al manacorí.

"Mi único guion es siempre el mismo, salir a ganar el partido y ascender una ronda. No me siento superior a nadie. Me tomo cada partido muy en serio, sea cual sea mi rival". Si Nadal gana el próximo, habrá alcanzado la cifra de 500 victorias.