El silencioso adiós de 'Chocolate blanco'
Jason Williams anuncia su retirada definitiva tras perderse por lesión los últimos 17 partidos
Jason Williams, el base que en sus primeros años sorprendió al mundo del baloncesto con algunas de las asistencias más inverosímiles que se recuerdan, ha anunciado, como ya hizo en 2008, que lo deja. Su despedida resulta amarga, ya que no ha podido jugar los últimos 17 partidos de su equipo, los Grizzlies de Memphis, por una lesión de espalda. Además, como suele suceder con los deportistas que retan a la edad y vuelven a las canchas tras haber colgado las zapatillas -Williams tiene 35 años-, su rendimiento en estos dos años ha estado lejos del que dio durante su carrera.
En las 12 temporadas que el base de Florida ha jugado en la NBA, desde que los Kings de Sacramento le eligieran en la séptima posición del draft en 1998, el juego de Jason Williams experimentó una enorme evolución estilística. Causó un gran revuelo en su llegada a la competición gracias a su estilo imaginativo y sin corsés, cercano al playground callejero, con el que se ganó el apodo de Chocolate blanco, en referencia tanto a su talento como al color de su piel, más relacionada con otros tipos de baloncesto. Su presencia asidua entre las recopilaciones de las jugadas más espectaculares dirigieron las miradas de muchos aficionados hacia los Kings. Sin embargo, su ortodoxia no terminó de convencer en los despachos y los banquillos y la franquicia de Sacramento le traspasó a cambio de otro base, Mike Bibby, con el que comenzaría la etapa dorada de aquellos Kings.
En su nuevo destino, Memphis Grizzlies, coincidió con Pau Gasol. Poco a poco, el juego casi irreverente de Williams fue domesticándose. En la primera de sus cuatro temporadas en Memphis, promedió ocho asistencias y 3,29 pérdidas por partido, mientras que en su último año allí hizo 5,6 asistencias y 1,83 pérdidas por noche. Una mutación que le beneficiaría en la siguiente parada de su carrera, los Heat de Miami, tras verse envuelto en un traspaso que involucró a 13 jugadores. Nada más aterrizar, a las órdenes de Pat Riley y a la acogedora sombra de Dwyane Wade y Shaquille O'Neal -cuya presencia hacía que Williams tuviera que tomar menos riesgos-, ganó su único anillo de la NBA, promediando 12 puntos y cinco asistencias en las finales.
Con la cuesta abajo de aquel equipo llegó también la del base. Williams anunció su primera retirada en el verano de 2008, en su tercera temporada en Miami. Volvería un año más tarde, en las filas de los Magic, pero ya no tenía la frescura del Williams joven ni la serenidad de su versión madura. Tras jugar solo 11 partidos con los de Orlando este curso, trató de encontrar las sensaciones perdidas volviendo a Memphis. Pero era demasiado tarde. Williams se despide en un silencio que contrasta con el ruido de sus primeros años. Se marcha, llevándose con él un anillo y dejando asistencias para el recuerdo.
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