Ibrahimovic, expulsado de nuevo

El Milan se juega el scudetto con un handicap incómodo. Los rossoneri siguen líderes en Italia a falta de seis jornadas, con tres puntos de ventaja sobre el Nápoles y cinco sobre el Inter, cuyo asalto repelió la semana pasada con un contundente 3 a 0. Sin embargo, Ibrahimovic, su delantero más prolífico junto al brasileño Pato (14 goles), parece ponérselo más complicado. Ayer, el ex del Barcelona fue expulsado a pocos minutos del final por insultar a un asistente del árbitro, que no le concedió un saque de banda. Apercibido por acumulación de cartulinas antes del encuentro y con una tarjeta amarilla ya sobre el césped por una falta, Ibrahimovic no se contuvo. Y lo ha pagado caro; el comité de competición lo ha sancionado con tres partidos. Se trata de la segunda tarjeta roja consecutiva para Zlatan, que hace un mes le dio un puñetazo en el estómago a un defensa del Bari con la pelota alejada.

Por aquella bravuconada también le cayeron tres jornadas de sanción -reducidas después a dos- que no le permitieron disputar el partido que su equipo perdió contra el Palermo (1-0) y, sobre todo, el derbi de Milan, que sus compañeros supieron solventar. Ayer, el sueco volvió a las andadas. No fueron puños, sino palabras. Le lanzó improperios al juez de línea, como recogieron las cámaras de televisión. Ibra intentó defenderse en sala de prensa. "Era algo que iba dirigido a mí mismo", declaró. Por lo que se ve, no parecía muy ensimismado cuando gritaba mirando al asistente.

Ibrahimovic nunca tuvo un carácter fácil, pero sumar dos tarjetas rojas seguidas, y no por faltas de juego, denota un nerviosismo que el sueco no sabe muy bien cómo gestionar. El año pasado, en Barcelona, durante un periodo de sequía que le costó al final de la temporada el puesto a favor de Bojan, fue expulsado en Almería por un rifirrafe con Cisma, que otro juez de banda consideró como agresión. Esta temporada, empezó en el Milan con una discusión en directo con el exentrenador Arrigo Sacchi, al que le recriminó que si tenía algo en su contra, se lo dijera a la cara. Recientemente, durante una concentración de la selección de Suecia, le dio una patada cariñosa a su compañero Wilhelmsson, mostrando sus capacidades en el taekwondo, disciplina en la que de joven consiguió el cinturón negro.

En Suecia, la irascibilidad de Ibrahimovic ya ha superado los confines deportivos. Un grupo musical del país escandinavo, los JJ, puso en su último álbum un tema en el que la música se mezcla con unas declaraciones, en italiano, del futbolista. Se trata de una de sus frases tajantes que de vez en cuando dirige a los periodistas, palabras que son también el título de otro tema del álbum: "Voi parlate, io gioco" ["Vosotros habláis, yo juego"]. Ayer, sin embargo, él también habló.