_
_
_
_

Las dos vidas de Justo Villar

El portero paraguayo, capitán y titular indiscutible en su selección, es suplente en el Valladolid

Justo Villar (Cerrito, Paraguay; 1977) conoce bien los contrastes de la vida. Pasó de ayudar a su padre como electricista, agricultor y fontanero, a triunfar en el fútbol como portero: es el capitán de su selección y en 2008 fue nombrado décimo mejor guardameta del mundo por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol. El año pasado, pasó en pocos meses de conocer lo que es un descenso, cuando su equipo, el Valladolid, descendió a Segunda División, a ser protagonista en el Mundial de Sudáfrica. En cuartos de final, frente a España, paró un penalti a Xabi Alonso después de que el árbitro mandara repetir el primer lanzamiento, que había sido gol. Ahora, Villar combina los partidos con su selección, donde es indiscutible, con la suplencia en el Valladolid, donde no ha conseguido consolidarse como titular desde que llegó, en 2008. Hoy, frente al Celta (16.00, Marca Tv), volverá seguramente a ver el partido desde el banquillo.

El meta paraguayo no duda en afirmar que el Mundial es "la mejor experiencia" que ha tenido. "El rechace del penalti lo cogió Cesc. Yo me tiré y le toqué, así que el árbitro habría podido pitar otro penalti sin problemas", reconoce. Su voz cambia cuando habla de su situación actual. En toda la temporada solo ha jugado seis partidos con el Valladolid. En los últimos encuentros, el titular ha sido Javi Jiménez, un portero de 23 años salido del filial. En las campañas anteriores tampoco tuvo continuidad. En 2008, llegó como teórico titular, pero Asenjo le comió el terreno. Villar disputó 15 partidos, siempre cuando el palentino estuvo lesionado, y recibió 29 goles. La temporada pasada, compartió la titularidad con Jacobo (23 partidos, 35 tantos encajados). Desde que llegó al Valladolid, el equipo ha tenido seis entrenadores y Villar solo ha contado con la confianza plena de Onésimo.

"No sé por qué los técnicos no confían en mí. Alguno dice que no puedo ser titular porque voy con la selección, pero eso es totalmente ilógico", señala. Villar no lo dice, pero Antonio Gómez, entrenador del equipo al principio de esta temporada, dejó entrever que no podría ser titular si viajaba cada poco tiempo a Paraguay. El preparador físico de la selección, Elvio Paolorosso, no entiende la suplencia de Villar. "Es el jugador más completo que he visto, como futbolista y como persona. En España está desaprovechado. Viene aquí con falta de ritmo y ataja una barbaridad. Yo le diría a su entrenador que revise sus últimas actuaciones con nosotros y que mire su trayectoria", afirma. Juan Carlos López, preparador de porteros del equipo de Pucela, también alaba las características de Villar. "Es un lujo verle entrenarse. Tiene un tren inferior muy fuerte, unos cuádriceps y unos gemelos impresionantes. Eso hace que sea muy explosivo tanto en las estiradas como en el juego aéreo y que tenga una respuesta rapidísima".

Pero no juega. "Las circunstancias son así. Los otros dos porteros también rinden muy bien. Él tiene que seguir trabajando a tope, como lo está haciendo", explica López. En el Valladolid, prefieren que el entrenador, Abel Resino, no hable sobre la suplencia del portero paraguayo.

Villar, en cualquier caso, reconoce que también el trato que recibe del público en España cambia con respecto al de Paraguay. "En mí país el apoyo de los aficionados es total. Aquí la gente es más tranquila al expresar sus sentimientos", explica. Por lo que dicen sus compañeros, la suplencia no le ha agriado el carácter. "Justo es una persona muy tranquila. Cuando no juega, no se le nota tan cabreado como a otros. Además, siempre está ayudando a los otros porteros del equipo y eso es digno de admirar, porque es uno de los mejores del mundo", afirma Sisi, jugador del Valladolid, quien destaca la seguridad que transmite el portero. "Siempre está bien colocado", subraya.

A pesar de todo, Villar afirma que es feliz en España. "Hay bastantes cosas que me hacen sentirme bien. Me gusta salir a comer y voy a pasear por la ciudad, que no es muy grande y está todo a mano", asegura. Una de sus aficiones, la pesca, no la puede disfrutar. "Aquí no hay ningún compañero al que le guste pescar, pero cuando voy a Cerrito aprovecho con mi padre".

Villar acaba contrato con el Valladolid en junio y empieza a plantearse su futuro. A corto plazo lo tiene claro: "Seguir entrenándome y entrenándome para estar a punto. Hay que subir, porque esta ciudad lo merece". A más larga perspectiva, asegura que le gustaría seguir jugando en Europa antes de regresar a Sudamérica. "No sé si en el Valladolid o dónde", reconoce. Paolorosso lo tiene claro: "Si no juega siempre, debería emigrar".

Justo Villar derriba a Cesc en el partido de cuartos de final del Mundial.
Justo Villar derriba a Cesc en el partido de cuartos de final del Mundial.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_