Nadal-Djokovic, desafío histórico

Recuerdos. Los grandes duelos siempre traen a la memoria desafíos similares, momentos históricos. Rafa Nadal arrolló a Roger Federer (6-3, 6-2) en semifinales del torneo de Miami y en sus 14 victorias anteriores de 22 enfrentamientos sólo hubo un aplastamiento mayor. La final de Roland Garros 2008 se saldó con un juego menos para el suizo, y en tres set: 6-1, 6-3, 6-0. El demoledor Nadal en la tierra batida de París se repitió tres años después en la pista de cemento de Crandon Park, en Key Biscayne, donde los errores del suizo alcanzaron niveles de record. Las superficies hace tiempo que dejaron de ser un problema para el número uno mundial. El principal enemigo de Nadal, como sucede a todos los grandes campeones, es él mismo, su propio rendimiento. Si marca el ritmo de su motor, con el saque mejorado y un juego agresivo, difícilmente se pueden resistir sus revoluciones. Ahí radicará su éxito o no en la gran final de hoy frente al invicto serbio Novak Djokovic, que le remontó un set para ganarle en el anterior Masters 1000 de Indian Wells. El choque evoca sus enfrentamientos de 2007 y el de los legendarios entre Pete Sampras y Andre Agassi en 1995. Otro desafio ya para la historia entre los dos primeros jugadores de la lista mundial.

Roger Federer encadenó el viernes una serie de errores insólitos para su calidad. Pero la rapidez y potencia de Nadal desde su saque fueron imparables. Sólo con esas claves puede aspirar Nadal a romper la imponente racha triunfal de Djokovic este año. La única posibilidad de revancha tras la derrota en Indian Wells ante un serbio que ha alcanzado una solidez y regularidad inmaculadas. El mallorquín ganó en la pista californiana el primer set, 6-4, pero se paró. Le sucedió algo parecido en los cuartos de final del jueves en Miami frente al checo Tomas Berdych. Pero entonces volvió a ser una apisonadora en la tercera y decisiva manga para salvar incluso tres roturas iniciales de servicio con tres saques directos seguidos sólo al alcance de los iluminados. Contra el serbio, en cambio, no pudo recuperarse y encajó dos claros 6-3 y 6-2. "Me quede sin piernas y eso no se puede hacer contra Novak que está jugando a gran nivel esta temporada", comentó.

Nadal, que ya domina por 15-8 en victorias a Federer, aún tiene una ventaja mayor, 16-8, sobre Djokovic, aunque también con los matices superficiales. Manda por un absoluto 9-0 en tierra y por 2-0 en hierba, pero cede por 8-5 en cemento, la última vez en Indian Wells. Fue su tercera derrota en la temporada, en la que lleva 18 victorias.

Djokovic sumó con su triunfo en semifinales de Miami contra Mardy Fish la victoria 23 de la campaña en el circuito, y la 25 consecutiva si se cuentan las dos en su colaboración clave para la conquista serbia de la última Copa Davis ante Francia. Una racha perfecta que sólo tiene el precedente de las 25 en el circuito del legendario Ivan Lendl en 1986.

Los choques Nadal-Djokovic aún están un peldaño por debajo de los ya clásicos Nadal-Federer, pero el futuro puede cambiar, según evidencia la pujanza del serbio. De momento, los primeros Masters 1000 del circuito marcan su rivalidad. En ellos empezaron a enfrentarse en 2007 tras cruzarse por primera vez en Roland Garros, en 2006. Nadal ganó en aquellos cuartos de final de París, donde incluso se retiró el serbio, y después en la final de Indian Wells frente un rival ya en alza y en pista rápida. Pero Djokovic se desquitó en Miami eliminando al español en cuartos de final. "Ha sido el mayor, y probablemente el triunfo más importante de mi carrera", declaró entonces Djokovic, que elogió a Nadal: "Es el mejor jugador al que he ganado".

Ahora, cuatro años después, y tras 21 batallas más disputadas, se repiten las finales. Pero el serbio llega con ventaja. Aunque, curiosamente, hay un precedente entre los mitos del tenis que favorece a Nadal. Fue en 1995. Pete Sampras ganó la final de Indian Wells a Andre Agassi, pero éste se tomó la revancha inmediata en Miami.

Segundo título para Azarenka

En el devaluado torneo femenino, una especie de loteria ya habitual en un circuito con bajas y sin líderes claras, la bielorrusa Victoria Azarenka obtuvo su segundo titulo en Miami ante la rusa Maria Sharapova, por 6-1 y 6-4. Tras un principio loco, con sendas roturas de servicio que se repitieron todo el partido, la regularidad de Azarenka acabo imponiéndose sin demasiados problemas. Incluso se permitio ganar el último juego rompiendo de nuevo el saque de la desordenada Sharapova. Venció también en el concierto de gritos de ambas jugadoras en cada golpe, un auténtico dolor de cabeza sin vuvuzelas.