Messi y Benzema, tocados

Unas molestias de Messi en el adductor derecho dispararon ayer la alarma en el Barcelona. Un portavoz de la Federación Argentina de Fútbol (AFA) precisó que no se trata de ninguna lesión seria, sino de una fatiga muscular. Fuentes próximas al delantero, en cambio, aseguraron que tiene una contractura en la pierna derecha y es duda para el partido contra el Villarreal de este fin de semana si no se suspende la jornada.

La lesión recomendaba que Messi no se alineara en el encuentro amistoso que la selección albiceleste iba disputar la pasada madrugada en San José contra Costa Rica porque corría el riesgo de romperse.

La misma AFA sostenía que el seleccionador, Checho Batista, había decidido que no jugaría, opinión contraria a la que el propio técnico había manifestado el día anterior de forma sorprendente, puesto que en medios barcelonistas se daba por seguro que descansaría después de disputar el domingo todo el Argentina-Estados Unidos (1-1).

Ayer, sin embargo, la federación argentina sostenía que Messi había expresado su deseo de jugar contra Costa Rica a pesar de la lesión, del exigente calendario que le aguarda y de que el contrato no exigía su presencia. La opinión de la AFA, sin embargo, contrastaba con la sostenida por personas próximas a La Pulga, que insistieron en la necesidad de que reposara y así se lo hicieron ver a todas las partes. El Barça afirmó no haber intervenido en el contencioso. Su control de Messi está a cargo del fisio Juanjo Brau, que le acompaña en los desplazamientos. Messi tiene previsto regresar mañana y seguramente será sometido a pruebas médicas.

También se lesionó Benzema en el empate sin goles entre Francia y Croacia, amistoso en París. El delantero del Madrid fue sustituido en el minuto 74 por unos problemas en el muslo izquierdo. El jugador se echó la mano a la pierna y pidió el cambio. Tras ser vendado en el banquillo, se retiró a los vestuarios rodeado de varios médicos.