_
_
_
_

El futbolista 'concursal'

Javi Fuego, centrocampista del Rayo, ya sufrió las quiebras del Sporting, el Levante y el Recreativo

Javi Fuego (Pola de Siero, Asturias; 27 años) es un futbolista de suerte dudosa. Equipo por el que pasa, equipo que se acoge a la Ley Concursal. "No es nada fácil encadenar cuatro concursos de acreedores y, encima, consecutivos: Sporting, Levante, Recreativo y Rayo... ¡Lo mío es de récord! Pero, pese a todo, me considero de alguna forma afortunado porque en Vallecas he cobrado los dos primeros meses y medio de la temporada, hasta noviembre. Otros compañeros no pueden decir lo mismo", explicaba ayer a la salida del vestuario.

Mientras tanto, Miguel Ortiz, el delegado del Rayo, reconocía que había sido una mañana "complicada". Tanto que la plantilla se reunió para decidir si se encierra en el vestuario como protesta. Otras opciones eran no entrenarse o incluso no presentarse al próximo partido, en Valladolid. Lo decidirán esta mañana, tras tomarse la tarde anterior de reflexión. "¡Hay que votar, hay que mojarse!", era alguno de los gritos que salían de la caseta. El encierro podría comenzar esta misma noche en unas instalaciones inauguradas el año pasado frente a un complejo de chalets de alta gama.

Formado en la escuela de Mareo, Fuego debutó con el Sporting, en Segunda, con 18 años. "En 2005 perdí la inocencia, por así decirlo, porque el del Sporting fue uno de los primeros casos de quiebra. Resultó un poco sorprendente, pero yo vivía en casa de mis padres, era un guaje y no era consciente de la gravedad de la situación como ahora, con la perspectiva que da el tiempo", recuerda. El centrocampista terminó "impactado" por la regulación de empleo que mandó al paro a varios empleados y a dos jugadores, Blin y Álvaro. También recuerda de esa etapa las dificultades de Eloy para fichar, limitado por el tope salarial al que obligaban los administradores del club, el cierre de la residencia ubicada en la ciudad deportiva...

La precariedad del Sporting le hizo fijarse en el Levante, en Primera y con fama de buen pagador. "Era la temporada 2007-2008 y el proyecto era muy atractivo, pero a los tres meses ya dejamos de cobrar", dice Fuego, que coincidió en el equipo con Luis Rubiales, actual presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). "Es el jugador afectado por más concursos de acreedores y no descartamos que haya más como él en el futuro. Según un estudio del sindicato, los mayores de 25 años pasarán por dos o más Leyes Concursales a lo largo de su carrera", refiere Rubiales.

El líder sindical cuenta que Fuego "era de los más jóvenes de aquella plantilla y, sin embargo, de los más combativos". "Amenazamos dos veces con hacer huelga. ¡Si a Ettien hasta le embargaron la casa! Por suerte, se terminó firmando el actual convenio entre la Liga de Fútbol Profesional y la AFE", relata Fuego. El Levante terminó colista, con los jugadores incluso acorralando a Pedro Villarroel, máximo accionista hasta que vendió sus papeletas por el precio simbólico de un euro, a la puerta de su despacho.

Fuego, empeñado en seguir en Primera, hizo las maletas rumbo a Huelva, donde se metió en otro fregado. "Decían que el Recreativo estaba saneado... El primer año cobré bien. Los problemas aparecieron cuando descendimos a Segunda. Otra vez los últimos, a nueve puntos de la permanencia. Aguanté una temporada más y, aunque tenía una oferta del Aris de Salónica, me decanté por el Rayo, del que también se hablaba en el mundillo que era serio y pagaba sin retrasos", dice el jugador, que pasó "malos tragos" cuando en los alrededores del estadio Colombino intentaba cobrar los pagarés con que el cuadro andaluz salía del paso. "Era un palo. Me los rechazaban una y otra vez...", suspira sin terminar la frase.

Desde su llegada a Vallecas Fuego es uno de los fijos en el once del técnico del Rayo, José Ramón Sandoval. "No destaco a ningún muchacho por encima de los demás. Tiene muchísimo mérito que compitan como lo hacen en semejantes circunstancias... Lo que lamento es que no puedan disfrutar del liderazgo como se merecen", asiente el entrenador.

El conjunto madrileño entró en concurso hace mes y medio, cuando se destapó la situación económica de 10 de las sociedades pertenecientes al grupo Nueva Rumasa. Uno de los hijos de Ruiz-Mateos propuso a los futbolistas una reducción de entre el 50% y el 80% en función de la ficha. "La situación es insostenible. Si ganamos, todo OK. Pero, si perdemos, hay quienes dudan de nuestra profesionalidad", se lamenta Susaeta. "Hay gente que hasta tiene que pedir prestado para llevar el coche al taller", transmite un empleado. La carestía hace que los jugadores compartan sus vehículos. "Marcho, que me esperan los argentinos \[Trejo y Armenteros\]", se despide Fuego, que ahorra lo que puede y más. Aun así, pese a las apreturas, no pierde el ánimo y se permite alguna que otra broma. "Ahora estoy cobrando lo del Levante, me deben el segundo año en el Recreativo... A ver si vivo de la novia, que estudia Farmacia", tira de ironía.

Javi Fuego, en un partido del Rayo frente al Granada.
Javi Fuego, en un partido del Rayo frente al Granada.ULY MARTÍN

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_