Malos campos con la misma Federación y mismo árbitro
La selección española ya jugó dos veces en campos horribles, aprobados por el colegiado Duhamel, que acarrearon lesiones
La Federación Española ha puesto el grito en el cielo porque el terreno de juego de Lituania es horrible, duro e irregular, complicado para tratar bien al balón, cualidad principal de la selección campeona del mundo. Pero no hace tanto tiempo que España también hacía la misma argucia o treta, incluso negocio, con campos en estados deplorables que acarrearon consecuencias. "Lo importante es no lesionarse", señalaban durante estos días los futbolistas de La Roja. Con razón. Los precedentes no son buenos. Y tienen varios puntos en común, como el colegiado francés Laurent Duhamel
Hace cinco años, el 11 de octubre de 2006, se estrenó la Nueva Condomina. Y se hizo con un partido de altura, entre España y Argentina porque así lo acordó Ángel María Villar con Jesús Samper, dueño del Murcia y de la empresa Santa Mónica Sport, que gestiona la mercadotecnia de la selección y los derechos de la federación. El colegiado, Duhamel, entendió que el campo estaba en buenas condiciones para la práctica del fútbol. Se equivocó. Resulta que el estado del césped, todavía con la siembra por cuajar, era lamentable, levantándose los tapetes del área una y otra vez, hasta el punto de Puyol se tuvo que retirar lesionado en un entrenamiento -una cosa menor- y, ya durante el encuentro, la pierna de Maxi Rodríguez se enredó en el arenero de la Nueva Condomina para rompérsele la rodilla izquierda, para estar seis meses de baja. Una factura bien cara para el futbolista.
Unos meses más tarde, el 29 de marzo 2007, se repitió la historia. España se medía contra Islandia en Palma de Mallorca. El terreno de juego estaba encharcado a más no poder, con problemas para circular el balón, con riesgos de resbalones y, sobre todo, lesiones musculares. Un césped, en cualquier caso, apropiado para jugar, según el árbitro. Según, claro, Dahumel. Y le tocó a Morientes pagar el pato, que al tratar de amnortiguar una caída tras un choque con el portero rival, sufrió un resbalón y acabó con una luxación de hombro, que le mantuvo dos semanas en la enfermería. Hoy se juega en Lituania. Y el terreno de juego no es el idóneo, como protestan desde la Federación y desde, incluso, ambos equipos. La palabra final, en cualquier caso, la tiene Dahumel.
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