El muro de Schortsanitis
El Caja Laboral tropieza en los últimos instantes contra el Maccabi de Tel Aviv
Una canasta del base norteamericano Jeremy Pargo en el último instante dio ayer al traste con las aspiraciones del Caja Laboral, que descuidó su estrategia defensiva y no supo frenar la agresividad del Maccabi. Sobre todo, la del gigante Schortsanitis, que anotó 22 puntos. Ambos equipos han vuelto casi a la casilla de salida, solo que ahora el factor cancha será para el conjunto de David Blatt. En un apretado final de partido, los baskonistas pagaron con la derrota sus dos últimos ataques, muy errados. Ahora el Maccabi tiene la opción de certificar el billete a la final four si vence los dos partidos de la semana próxima en su fortín, el Nokia Arena.
Por si el acierto desde la línea exterior se esfumaba, cosa que no llegó a ocurrir, el Caja Laboral apostó por endurecer su línea defensiva. El temor de que el Maccabi pudiera despertar y desatara su furia siempre estuvo presente, aunque el único que se mostró agudísimo durante todo el choque fue el enorme Schortsanitis, que acumulaba doce puntos al llegar al descanso tras protagonizar un monólogo que ya hubiera querido para sí el difuminado Eliyahu, quien solo sacó la cabeza en el último cuarto para dar la puntilla a los vitorianos.
Caja Laboral, 81; Maccabi Tel Aviv, 83
Caja Laboral: Huertas (13), Oleson (0), San Emeterio (17), Teletovic (16) y Barac (6) ?equipo inicial?; Ribas (0), Logan (12) y Batista (17).
Maccabi Tel Aviv : Pargo (13), Perkins (10), Eidson (2), Eliyahu (7) y Schortsanitis (22)?equipo inicial?; Hendrix (4), Pnini (6), Macvan (1) y Blu (18).
Árbitros: Lamonica (Ita.), Sahin (Ita.) y Dabrikosvky (Ucr.). Eliminaron a Schortsanitis (m. 34) y Batista (m. 39).
Unos 9.700 espectadores en el Buesa Arena.
Como ya ocurriera el martes, la precisión en el aro desde todos los ángulos asistió a los vitorianos. Un gran San Emeterio y un exultante Teletovic dieron un valioso oxígeno al marcador, que oscilaba entre ventajas de entre cuatro y once puntos de ventaja para los locales.
Los de Ivanovic supieron mantener la cabeza fría ante los mates y las peripecias de Hendrix y, como en el primer partido de la eliminatoria, apostó por un juego coral. Los de David Blatt salieron a imponer un ritmo desquiciado, pero sobre todo saltaron a la cancha con demasiadas urgencias. La rudeza de los israelíes derivó en un reguero faltas ?sobre todo de Eidson? muy bien aprovechadas por los de Ivanovic, el acierto en el aro no les acompañó y, en definitiva, la premura les hizo tropezar en exceso.
No obstante, con el tercer cuarto regresó el acierto anotador del Maccabi, encarnado en la figura de Blu, que literalmente cosió a triples a los vitorianos. Un mate de Perkins puso el 51-51 en el marcador. Con ese resultado el Caja laboral perdía seis puntos de ventaja en un abrir y cerrar de ojos. En cualquier caso, lo peor era que al conjunto de Ivanovic le empezaba a costar despegarse de los israelíes. Ivanovic pidió entonces transiciones más rápidas, justo como las del Maccabi, que había logrado desorientar a los locales con una estrategia de ataque desbocado. Así, con un solo punto de diferencia, el Caja laboral tuvo que apoyarse en Batista para desbloquear el arranque del último cuarto.
Fue entonces cuando Eliyahu, al que apenas se le había sentido en todo el encuentro, reapareció para marcar cuatro puntos decisivos. Teletovic llegó para dar cierto lustre al juego, pero la eficacia defensiva ya había cambiado de bando.
Un error bien aprovechado de Blu puso otro empate (77-77) en el marcador. Una falta de Marcelinho a 35 segundos del final dibujó, tras los tiros libres, el 81-81, que Jeremy Pargo se encargó de deshacer en el último segundo.
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