Red Bull, y los demás

El domingo arranca por las calles de Melbourne el Mundial de fórmula 1 con más títulos de la historia en pista (12), y los técnicos de los equipos ultiman todos los detalles para que sus prototipos estén a punto para la primera sesión de ensayos del curso, mañana por la mañana. Llegados a este punto, el rendimiento de unas y otras escuderías es aún una incógnita, por más que Red Bull parece un punto por delante de Ferrari con el permiso de Mercedes. McLaren se ha visto obligado a improvisar un plan b para salir del agujero en el que se había metido la estructura británica. Aunque también los hay, como Hispania, que ni siquiera han sacado el monoplaza del garaje.

Red Bull. La referencia. Tras inscribir sus siglas en la historia de la F-1 con las dos coronas que logró el curso pasado, la de pilotos, con Sebastian Vettel, y la de constructores, el equipo energético ha sido el que ha marcado la pauta a lo largo de la pretemporada y el que, por lo que se ha visto hasta ahora, llega más preparado a la primera cita. Adrian Newey, el mago del diseño a lápiz y papel, sigue marcando tendencia, aunque las restricciones del reglamento le ponen las cosas más difíciles cada año.

Ferrari. Fiabilidad por encima de todo. A lo largo de la historia de este certamen, la escudería italiana siempre ha tomado la delantera en términos de innovación. Desde hace un par de años, sin embargo, la cúpula técnica de Maranello prefiere optar por asegurar la fiabilidad. En ese sentido, Fernando Alonso y Felipe Massa se han dado un hartón de hacer kilómetros durante la pretemporada (Ferrari es el equipo que más ha rodado), y las predicciones estiman que la desventaja del F150 respecto al RB7 es, en estos momentos, de alrededor de las tres décimas por vuelta.

McLaren. Marcha atrás de última hora. La escudería de Woking fue la que más tarde presentó su nuevo monoplaza, y de hecho se perdió los primeros ensayos del año, en Valencia (rodó con el modelo antiguo). Aunque también fue la que más arriesgo en su apuesta. La primera versión del MP4-26 era totalmente rompedora, con unas tremendas entradas de aire en los pontones laterales que dirigían todo el flujo de aire hacia la parte trasera del coche. Tanta transgresión, al final, les ha salido rana, de forma que el departamento técnico le ha dado la vuelta al coche a última hora, pero los cambios aún no se han probado en la pista. "No estamos contentos con el rendimiento del coche en los test", aseguraba Martin Whitmarsh, jefe del equipo, a su llegada a Melbourne. "Traemos unos escapes y un suelo completamente nuevos, así como otras piezas que la gente verá este fin de semana", añadía Whitmarsh.

Mercedes. La gran incógnita. Todo parecía (de nuevo) perdido para las flechas de plata hasta que Michael Schumacher reventó el cronómetro en Montmeló, durante la última tanda de ensayos de pretemporada, gracias a la última evolución aerodinámica que la marca alemana llevó a cabo en el W02. Está por ver, sin embargo, qué rendimiento ofrece el Mercedes en tandas largas porque, en aquella ocasión, el Kaiser no hizo series de más de seis vueltas. "Red Bull sigue siendo el equipo a batir, aunque creo que nosotros podemos luchar con los que están inmediatamente detrás", opina Schumacher.

Renault. Apuesta por la innovación. La marca del rombo ha optado por una estrategia completamente rompedora a nivel de diseño, sobre todo en la colocación de los escapes delanteros, aunque habrá que ver cómo ha afectado al equipo la baja de Robert Kubica y si Nick Heidfeld, que asume la batuta, puede estrujar al máximo el potencial que esconde el R31.

Hispania. Todo por hacer. La estructura española llega a Melbourne con todos los deberes por hacer. A lo largo de la pretemporada, el F111 no ha podido realizar un solo kilómetro, y es probable que Vitantonio Liuzzi y Narain Karthikeyan, los dos pilotos oficiales, no siempre consigan clasificarse para poder disputar la carrera (para pasar el corte deben conseguir un registro no superior al 107% del más rápido en la Q1).